El diseño vial urbano debe estar dentro de los presupuestos, con el ciudadano al centro de la planeación, para mejorar las calles y hacerlas más seguras para todos, señaló Verónica Zavala, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en México.

En la inauguración del taller Construyendo juntos el manual de diseño vial urbano desde la perspectiva de la nueva agenda urbana, Zavala explicó que se busca contar con este manual para que las calles funcionen mejor para todos, se deben crear calles más seguras para todos, por ejemplo la altura de las banquetas debe ayudar a la movilidad de la gente, el tiempo de los semáforos debe ser suficiente para que la gente con niños o discapacidad pueda cruzar.

En entrevista detalló que se debe pensar la infraestructura de manera que se reconozca que no todos pueden caminar rápidamente, como ocurre muchas veces cuando la gente que trabaja transita junto con gente mayor o con niños y todos tienen que sentirse seguros en las calles.

Agregó que las ciudades se diseñaron en función de los autos, pero se tiene que hacer un cambio de paradigma, que las calles estén pensadas en los ciudadanos, es el tema central, hay prácticas mejores en otros países. Pero se tiene que reconocer la realidad de los mexicanos.

Reconoció que aquí en las calles hay caos, hay mucho que hacer en términos de una mejor gestión, por lo que para un lugar como la Ciudad de México, se busca tener las herramientas para hacer un cambio de paradigma, lo cual también tiene consecuencias para la contaminación y la salud. Tenemos que hacer calles para que el ciudadano esté mejor.

Consideró que también el transporte tiene que mejorar, es un gran cambio de paradigma el que se plantea y es una herramienta que permitirá a las ciudades hacer del sentido común algo más concreto. Agregó que actualmente se está en la etapa de desarrollo de manuales, y hay cooperación técnica del banco en este tema.

Se refirió a que hay temas que pueden no ser costosos, como la adaptación de las calles y poner islas a la mitad de una avenida ancha, para que la gente con menos capacidad se pueda colocar ahí sin riesgos.