El día del amor y la amistad no sólo se regalan chocolates, globos y peluches; también participa la industria de la sexualidad. Son principalmente los hombres quienes optan por obsequios sugerentes para sus parejas, al comprarles, por ejemplo, lencería, de acuerdo con Laura Cecin, profesora de neurosicología de la Universidad Iberoamericana.

La especialista señaló que por cuestiones sociales y culturales son más permitidas y bien vistas estas prácticas en los hombres, pues en México aún se prohíbe a las mujeres ser más libres en estos temas.

En cambio, señaló, este día ellas expresan sus sentimientos al adornar, por ejemplo, el carro del novio con mensajes de amor. Para la mujer es más (cuestión) de fantasía y creatividad, explicó.

Para Rolando Díaz Loving, académico de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, cualquier forma de aparente poesía puede ser útil para comercializar ese sentimiento definido como amor.

Así, todo puede caer en un cliché, que es vendible con pretexto de ese sentimiento. “Es correcto que los seres humanos requiramos la protección de otros y también es fundamental la reproducción para la continuidad de la especie, y hemos tenido la posibilidad de entender esas necesidades mediante diferentes conceptos y términos como el amor. Y es eso lo que está detrás del cortejo, la compañía y el enamoramiento.

Pero en las décadas recientes, casi un siglo, se ha dado una comercialización brutal y se han creado días especiales para todo tipo de ocasiones. Y una manera de vender estas fechas es crear clichés repetibles, entendibles y, por tanto, reproducibles.

Para el académico, llamar a una fecha del año el día del amor y la amistad es en sí mismo un cliché, al que se suman la infinidad de detalles que se brindan ese día como flores, chocolates, tarjetas, cartas, recuerdos y lencería, entre otros.