Martes 14 de febrero de 2017, p. 35
Berlín.
Bombones y ramos de flores son, tradicionalmente, los regalos más populares para celebrar el amor. Sin embargo, el romanticismo no entiende de límites y hay quienes hacen de San Valentín un día en verdad especial:
Besos postales: En 2015, los holandeses más románticos tuvieron la oportunidad de franquear sus felicitaciones postales con un simple beso en lugar de un sello. Eso sí, las cartas debían enviarse el 13 de febrero para que el destinatario la recibiera justo el día de San Valentín.
Bus gratis: El año pasado, la capital letona regalaba un viaje gratis en minibús a los enamorados que en el día de San Valentín se dieran un beso ante los ojos del conductor. Como la peculiar tarifa sólo regía para parejas heterosexuales, las críticas de la asociación de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales no tardaron en llegar.
Pedida de portada: El británico James Greig debió de pensar que organizar una romántica cena para pedirle matrimonio a su novia estaba muy visto. Por eso, en 2016, se vistió de traje y, anillo en mano, posó arrodillado para una instantánea que fue directa a la portada de The Observer. ¿Quieres casarte conmigo, Katie?
, se leía al lado, en letras grandes. Según el rotativo, era la primera vez que prestaba su primera plana para una petición de matrimonio.
Katia, como se esperaba, dijo sí
.
Afortunado en el amor: Por comprarle una tarjeta de felicitación a su mujer para San Valentín, a un británico de 47 años no le alcanzó el dinero para el sorteo semanal de la lotería. Corría el año 1998 y cuando por la tarde salieron los números 8, 13, 14, 17, 20 y 28, la familia comenzó a dar saltos de alegría. Desafortunadamente, el padre tuvo que confesar que esta vez no había jugado.
Besos en masa: El récord mundial de besos en masa lo tiene Ciudad de México, que en 2009 reunió en su Centro Histórico a 39 mil 879 personas. La cifra no es exacta, pues en los besos podían participar más de dos al mismo tiempo. A modo de motivación, los participantes contaban con las canciones románticas de Vicente Fernández.
Gane un divorcio: Una emisora de radio de Manchester quiso acabar con las edulcoradas tradiciones por San Valentín y en 2000 sorteó un divorcio. La pareja ganadora obtenía además unas relajantes vacacio-nes que, por supuesto, realizarían por separado.