El sueño de Yair Israel Piña López literalmente llega a las estrellas, y hasta ese nivel quiere llevar el nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Paso a paso, el estudiante de la Facultad de Ciencias construye el camino para alcanzar una utopía: ser de los primeros en participar en una misión tripulada a Marte, proyecto que, se estima, pueda darse en 2030.

Hace unos días fue seleccionado astronauta de misión análoga (simulación) al planeta rojo por The Mars Society, por lo que en unos días se integrará a la primera tripulación latinoamericana de la estación de investigación en un área de desierto de Utah, Estados Unidos, denominada The Mars Desert Research Station (MDRS).

El equipo enfrentará la mayor cantidad de condiciones y limitaciones equivalentes a las que desafiaría una misión humana en suelo marciano.

Se simula la mayor cantidad posible de condiciones. Estaremos en aislamiento, haciendo todas nuestras tareas; recabaremos muchos datos para después aplicarlos en una misión a ese planeta, que está muy próxima, en 2030.

Seis latinoamericanos

En un video difundido en el portal UNAM Global, el estudiante, de 20 años de edad, del sexto semestre de la carrera de física, detalló que la misión en campo durará dos semanas, con días de trabajo previos para ajustar todos los experimentos y el análisis de datos.

Yair formará parte de la tripulación 180, en la misión Latam 1, que se realizará del 29 de abril al 17 de mayo, informó la casa de estudios.

Me siento feliz, porque para caminar entre las estrellas primero debes aprender a caminar en la Tierra. Vamos a participar seis personas de Latinoamérica. Fui elegido por los experimentos que propuse; entre ellos, un protocolo para medir la radiación en ambientes marcianos, que desarrollé aquí, en la UNAM, afirmó el también alumno asociado del Instituto de Ciencias Nucleares de esa casa de estudios.

En octubre pasado fue elegido por la Administración Espacial de Aeroáutica y del Espacio (Nasa, por sus siglas en inglés) como estudiante-investigador gracias a sus trabajos en el desarrollo de materiales con propiedades termoluminiscentes y sensores activos para medir la radiación. En esa ocasión declaró a La Jornada que uno de sus deseos es poner el nombre de la UNAM en el espacio.

Contó que desde muy pequeño destacó en el estudio de las ciencias, por lo que incluso su madre lo retó a demostrarle que era bueno en física para que hallara su vocación.

Es consciente de que el conocimiento científico trae consigo un compromiso. Además, su sentido del humor lo hace reír de sí mismo, al asegurar que le gusta leer artículos científicos en su tiempo libre, lo que considera algo muy ñoño.

La universidad nacional indicó que el enfoque de la MDRS es permitir a los integrantes de la tripulación participar en simulaciones inmersivas a gran escala, de vida y trabajo en Marte. Desde ahora, y durante los dos meses que faltan para el inicio de la incursión, deben trabajar arduamente, porque los proyectos propuestos implican la colaboración de varios miembros; sobre todo, deberán entrenar como atletas de alto rendimiento, pues el desgaste físico y mental es fuerte.

Me siento orgulloso, feliz y agradecido con todos. Cada persona que llega a tu vida te deja algo. En estos momentos necesitamos apoyarnos juntos como país para salir; por ello me llena de orgullo portar la bandera de México en esta misión tan importante, aseguró.