A 40 años de la reforma al sistema democrático protagonizada intelectualmente por Jesús Reyes Heroles, la democracia mexicana es más robusta, aseveró el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

Al inaugurar el cuarto seminario homenaje a don Jesús Reyes Heroles: Tendencias actuales de la democracia en México, que se realizó ayer en la sede del instituto, el funcionario agregó que la democracia es una obra colectiva en la que partidos, autoridades electorales y ciudadanos deben hacer lo que les corresponde.

El consejero hizo un breve recuento de las reformas en materia electoral que se han dado desde 1977 y, al referirse a la más reciente, la de 2014, dijo que el primer ciclo de evaluación de ésta concluirá con los comicios de 2018.

A dos años y medio de su instrumentación, la alternancia de todos los niveles, estatales, el ámbito legislativo, el de los ayuntamientos, la competitividad en cada elección y la disminución de los reclamos sobre presuntas parcialidades de las autoridades electorales locales, son datos que demuestran que las medidas de estandarización de las decisiones y procedimientos han contribuido a que la competencia electoral tenga un piso más parejo a escala subnacional.

Córdova señaló que las instituciones están obligadas a procurar la empatía entre sus proyectos institucionales y las expectativas de la sociedad; los partidos tienen el rol de traducir las demandas de la sociedad en propuestas programáticas para las campañas electorales, y los electores y organizaciones de la sociedad involucrarse más y crear un contexto de exigencia que favorezca una mayor eficacia de las autoridades e instituciones del Estado.

La robustez del estado de derecho requiere una sociedad no solamente comprometida con las mismas reglas del constitucionalismo democrático, sino también que exija cotidianamente a nosotros las autoridades públicas, que los electores asuman como propios los procesos electorales. En pocos países del mundo, como en México, las elecciones literalmente las hacen los ciudadanos.

Por su parte, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, dijo que el fortalecimiento del estado de derecho es una necesidad inaplazable que pasa por la vigencia de los derechos humanos.

Los desafíos que nuestra nación enfrenta a su soberanía y a su vida democrática, subrayó, demandan solidaridad y compromiso de todos los mexicanos. Hablamos de la unidad democrática de la nación; aquella que resulta del reconocimiento mutuo de nuestras diferencias y necesidades, así como de la voluntad compartida de atenderlas, superarlas y resolverlas.

En entrevista posterior, el ombudsman nacional señaló que las afirmaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que los mexicanos deportados son todos delincuentes, son estigmatizaciones que deben ser rechazadas.