Las armas de destrucción masiva están cada vez en manos de más países
Aseguran que la masificación de la industria de la muerte no reconoce fronteras
Lunes 13 de febrero de 2017, p. 7
Aunque mucha gente considera que el riesgo de una catástrofe nuclear se acabó junto con la guerra fría, la realidad es que hoy ese peligro sigue vigente, pues las armas de exterminio masivo se encuentran en manos de más países, y sobre todo en las del presidente estadunidense Donald Trump, un personaje inestable e ignorante
que podría hacer uso de ellas de forma absolutamente irresponsable.
Así lo afirmaron Jaqueline Cabasso y Marcia Campos, representantes del colectivo Western States Legal Foundation, quienes se encuentran de visita en México para participar este lunes y martes en un seminario internacional de la Organización para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, así como en un homenaje al diplomático mexicano Alfonso García Robles, ganador del Premio Nobel de la Paz.
En entrevista con La Jornada, ambas activistas subrayaron la necesidad de prohibir de manera definitiva la existencia y uso de armas nucleares en todo el mundo, ya que una eventual confrontación en donde se usen dichos implementos bélicos terminaría con la vida en todo el planeta.
La politóloga y socióloga Marcia Campos –nacida en Chile pero exiliada en México antes de emigrar hacia Estados Unidos– advirtió que a 72 años del bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki, hoy día más países tienen armas nucleares, y cada vez con mayor capacidad destructiva.
“La masificación de la industria de la muerte no reconoce fronteras, porque el daño medioambiental que producen las bombas no es algo que sucede ‘en otro lado’. El impacto en la biosfera y la posibilidad de un holocausto crearía lo que llaman el invierno nuclear, destruyendo los cultivos por más de 10 años y produciendo la muerte de todo el planeta”, subrayó.
Los sistemas que controlan el uso de este tipo de misiles son tan frágiles que en 2006 Rusia estuvo a punto de ordenar un ataque nuclear contra Estados Unidos, al confundir un satélite de monitoreo del clima lanzado por Noruega con una agresión militar. El anterior es sólo uno de los más de 200 incidentes de posible holocausto nuclear por error
documentados por la Organización de Naciones Unidas, recordó Campos.
Tras la caída del muro de Berlín, en 1989, la gente cree que la amenaza nuclear ya nunca más se va a dar. Ese es un gravísimo error. En este momento estamos en una situación de escalamiento por la voluntad del presidente Trump, que es a todas luces un hombre perturbado mentalmente. Él tiene los códigos (para usar esas armas) y entonces la amenaza ha crecido. Es terrorífico
, alertó.
Por su parte, la activista Jaqueline Cabasso, ganadora del Premio Internacional de la Paz Sean MacBride y una de las luchadoras más conocidas en pro de la abolición de las armas nucleares, puntualizó que el riesgo de una hecatombe generada por esas herramientas bélicas siempre está presente, ya que cualquier mandatario estadunidense está facultado para usarlas sin consultarlo con nadie.
Pero con Trump, aclaró, “es especialmente preocupante porque él no es como otros presidentes que hemos visto antes. Él es tan arrogante, errático e inestable, que nunca sabes qué piensa realmente o qué pretende hacer, y hay tantos puntos rojos nucleares alrededor del mundo, que cualquier incidente puede hacerlo decir ‘¡al diablo!’”
Ante esa posibilidad, afirmó la activista, es fundamental que el mundo haga conciencia sobre el peligro que aún significan las armas nucleares y se movilice para obligar a los gobiernos que las tienen a comprometerse a no usarlas y a deshacerse de ellas.
El seminario internacional contra las bombas nucleares se llevará a cabo este lunes en la sede de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, y en ese contexto se realizará un homenaje a Alfonso García Robles, en reconocimiento a sus esfuerzos para reducir el uso de dichas armas.