Protestas salen de control en la marcha #VibraMéxico
Lunes 13 de febrero de 2017, p. 3
Los organizadores de la marcha #VibraMéxico, que buscaba expresar el rechazo a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el apoyo a la soberanía nacional, no pudieron controlar el enojo y hartazgo de la ciudadanía. Miles de asistentes lanzaron consignas contra la administración federal, el gasolinazo y por la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pese al llamado de los convocantes a no expresarse ni a favor ni en contra de Enrique Peña Nieto.
La manifestación, que recorrió Paseo de la Reforma del Auditorio Nacional al Ángel de la Independencia, duró sólo hora y media, por lo que el último de los contingentes, el de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezado por el rector Enrique Graue, apenas alcanzó a llegar al Ángel para cantar el Himno Nacional antes de que la gente comenzara a retirarse.
Personalidades que habitualmente no salen a las calles a protestar se dejaron ver este domingo entre los participantes: María Amparo Casar, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad; el encuestador Roy Campos, el historiador Enrique Krauze, la presidenta de Causa en Común, María Elena Morera; funcionarios universitarios y hasta Juan Ignacio Zavala, cuñado del ex presidente Felipe Calderón, y el mismísimo Juanito, con todo y su banda tricolor en la cabeza.
Fuera de ese círculo, la ciudadanía también llamó la atención a temas nacionales: alto a la corrupción y una política más firme del gobierno mexicano contra las medidas de Trump. ‘‘¡Fuera Peña, fuera Peña!’’, ‘‘No más gasolinazos’’, ‘‘Nos faltan 43 y miles más’’, expresaron en consignas y carteles. Otros lo hicieron en inglés: ‘‘Make America hate again’’ (Haz que America odie de nuevo), Who Is The Rat Under My Pillow? (¿Quien es la rata debajo de mi almohada?)”.
Convocada en principio por organizaciones como Mexicanos Primero, Causa en Común y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, a la movilización se sumaron poco a poco otras agrupaciones con posiciones y objetivos disímbolos, como Amnistía Internacional y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos. También casas de estudio públicas y privadas como la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Iberoamericana, el Centro de Investigación y Docencia Económicas y el Tecnológico de Monterrey, hasta sumar más de 80 convocantes.
Insultos a Isabel Miranda
El único incidente se dio cuando integrantes de la asamblea del Hemiciclo a Juárez intentaron unirse con un camión de sonido y consignas contra Peña Nieto. De inmediato la policía capitalina los encapsuló. ‘‘No nos dejan pasar porque no somos güeritos. No hay manifestantes de primera y de segunda’’, reclamaron.
De manera paralela, Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la asociación Alto al Secuestro, realizó su propia movilización –del Hemiciclo a Juárez al Ángel de la Independencia–, la cual resultó la menos concurrida. Un grupo de manifestantes la reconoció al llegar al Ángel y la increpó: ‘‘¡Asesina, hipócrita, eres parte del sistema… Fuera Wallace!’’, lo que la obligó a retirarse y buscar refugio en un restaurante cercano.
Los organizadores de #VibraMéxico armaron en la escalinata del monumento un muro con cajas de cartón semejando ladrillos, con palabras en referencia a Trump: ‘‘Racismo, odio, coraje, desunión, violencia y asco’’. Cuando la vanguardia llegó hasta ese punto, varios jóvenes lo derribaron.
El único contingente organizado fue el de la UNAM. Antes del arranque, el rector y funcionarios y académicos, acompañados por familiares desayunaron en el Casino del Campo Marte.
Increpan a Graue
Ante las críticas de diversos sectores por sumar a la Universidad Nacional de manera institucional a esta marcha, Graue afirmó en entrevista con La Jornada: ‘‘Respeto esa opinión. Esta fue una invitación abierta a quien quisiera sumarse. El 30 de enero se publicó un desplegado en que universitarios distinguidos y un grupo de directores muy amplio firmaron en el mismo sentido de la marcha. Hay que ser congruentes con lo que firmamos. La UNAM es, por supuesto, diversa”.
Casi al llegar al Ángel varios estudiantes lo increparon: ‘‘¿Dónde estaba la burocracia universitaria cuando salimos a marchar por Nochixtlán o Ayotzinapa? ¡Qué vergüenza, señor rector, que ponga usted la Universidad al servicio de la oligarquía!’’. Quienes acompañaban a Graue quisieron acallar esas voces con goyas.
A la una y media de la tarde, con el apoyo de una banda de guerra con uniforme de cadetes, se cantó el Himno Nacional. Quince minutos después, el rector Graue subió a una camioneta estacionada cerca del Ángel y se fue, al igual que el resto de los convocantes. Entre los que se quedaron, algunos soltaron un par de mantas sujetas a globos de helio en reclamo de la presentación de los 43 normalistas y por la salida de Peña Nieto.