Berlín.

La libertad del diablo, documental del mexicano Everardo González, se estrenó en la edición 67 del Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale.

Documental sicológico, da voz a las víctimas de la guerra contra el narcotráfico, a los sicarios y a las fuerzas de seguridad.

Everardo González, Inna Payán y Roberto Garza, realizador y productores, respetivamente, llegaron a la función acompañados de Dieter Kosslick, director de la Berlinale.

La reacción del público que acudió a la función puede describirse como profundo impacto, incredulidad e impotencia.

Según contó González a la agencia Dpa, en 2012 en México se empieza a discutir el concepto de daño colateral en referencia a los civiles muertos de lo que se conoció como guerra contra el narcotráfico, la cual duró 10 años y que tiene su periodo de posguerra.

El documental, en el que los protagonistas aparecen con máscaras, presenta las historias de algunas de las víctimas de la guerra contra el crimen organizado en México.

Ejercicio de espejos

Con las máscaras quise probar qué tanta empatía se podía generar sin la presencia de un rostro, explicó el realizador. Con la gente hicimos un ejercicio de espejos. Veían su reflejo y era una especie de autoconfesión. Era algo medio sicoanalítico. Es un documental sicológico, agregó.

Tras las máscaras –aLgunas humedecidas por lágrimas–, víctimas y victimarios de la larga lucha contra el narcotráfico en México escondían su identidad, miedo, dolor, impotencia, odio, profunda tristeza, arrogancia, arrepentimiento O frialdad.

El documental de Everardo González fue presentado como el retrato de una sociedad en la que el miedo y la inseguridad gobiernan la vida.

Cronista del tiempo

En sesión de preguntas y respuestas con el público que abarrotaba la sala de proyecciones en la prestigiada Haus der Berliner Festspiele, el realizador afirmó haber trabajado cinco años en la elaboración del documental. Señaló que se considera cronista del tiempo que le ha tocado vivir, ante las muestras de admiración y reconocimiento de algunos asistentes a su trabajo de investigación.

Se le ha dado voz a quienes no la tenían; no había mucho tiempo para generar confianza con las personas, también he tenido muchas dudas sobre lo que nos genera empatía, es la mirada lo que la provoca. Conocí a un sicario que me relató que el tiro de gracia no se daba de frente, no se mira a los ojos comentó.

A la pregunta sobre qué es lo que pretende al proyectar su película en un foro como la Berlinale, respondió: No soy un director francés o belga que hizo un documental en México y se regresa a su país. Vuelvo a México, y habernos presentado en Berlín nos da protección. Hemos constatado que mis cuentas electrónicas han sido intervenidas. Espero que mi trabajo tenga más valor dentro de 10 años, cuando recordemos lo que ocurrió: ver la maldad tan de cerca.

Silencio mundial

Everardo González puso énfasis en el silencio internacional respecto de la gravedad de los hechos en México, señaló: no se ha reconocido que lo que se vive en México es una guerra civil, una guerra que no está buscando derrocar a ningún poder. No hay cárceles suficientes para tantos miserables. La gente más pobre del país es la última en el eslabón de la cadena. En 10 años de conflicto, hay más de 250 mil asesinados y más de 30 mil desaparecidos.

Al final de la sesión, González dijo a La Jornada: Soy otro después de filmar la película.

Por su parte, la productora Inna Payán aseguró: Siempre quisimos apoyar el trabajo de Everardo y aquí estamos. Nos da mucho gusto ver la sala llena en Berlín. ¿Cómo nos sentimos después de este documental? Ahora tenemos más miedo.