Dieron identidad al recinto, afirma la curadora de la muestra en NY
Lunes 13 de febrero de 2017, p. 9
Nueva York
El museo Guggenheim de Nueva York rinde homenaje en una nueva exposición a los coleccionistas que le dieron su identidad, ocasión de recordar la contribución de los inmigrantes al arte estadunidense.
La exposición Visionarios: creando un Guggenheim moderno, que abrió el viernes pasado, recuerda al fundador del museo, Solomon R. Guggenheim, uno de los mayores coleccionistas del siglo XX, así como a otros cinco grandes amantes del arte cuyas obras insuflaron vida al museo.
Entre ellos está la nieta del fundador, Peggy Guggenheim, quien, como el marchand de arte Justin K. Thannhauser, huyó del nazimo para instalarse en Estados Unidos. Otros dos coleccionistas celebrados en la exposición, Karl Nierendorf y Hilla Rebay, eran inmigrantes alemanes.
Éstos reunieron muchas obras de artistas europeos, recordó Philip Rylands, director de la colección Peggy Guggenheim, basada en Venecia, de la cual 23 piezas hicieron el viaje para esta exposición.
El director del museo, Richard Armstrong, no dudó en trazar un paralelo entre el periodo de la Segunda Guerra Mundial y la época actual.
No es un secreto que en estos tiempos principios fundamentales, como la tolerancia y el pensamiento crítico, están siendo desafiados
, dijo en la presentación de la exposición.
Algunos de los artistas expuestos debieron enfrentar desafíos similares
a los que se viven en el contexto actual, señaló. Hay que recordar que en su época encontraron un refugio, un hogar y la libertad en Estados Unidos
.
Desde la elección de Trump a la presidencia, más aún después de su investidura, el mundo artístico ha expresado su malestar de diferentes formas, mediante la moda, la música, el video y la fotografía.
Desde comienzos de febrero, el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, eligió exponer obras de artistas originarios de varios países musulmanes, blanco del decreto migratorio de Trump, actualmente suspendido por la justicia estadunidense.
Desde los años 30, antes de la apertura de su museo, Solomon R. Guggenheim abrió al público su colección, y los artistas europeos influenciaron a una generación de creadores estadunidenses.
Debido a la guerra y el nazismo, varios de estos artistas europeos emigraron a Estados Unidos. En Nueva York, en los años 40, nació un medio cultural entusiasta donde los artistas europeos y estadunidenses se cruzaban
, explica Megan Fontanella, curadora de la exposición.
Fue un periodo fértil
en el plano artístico, que vio sobre todo el surgimiento del pintor estadunidense Jackson Pollock, subrayó.
La exposición, abierta hasta el 6 de septiembre, festeja a un amplio abanico de pintores y escultores de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX, de Pablo Picasso a Piet Mondrian, pasando por Edouard Manet, Vassily Kandinsky y Amedeo Modigliani.
Soplo de aire fresco
Hay en total 160 piezas de 70 artistas, incluidos estadunidenses, como John Ferren, Irene Rice Pereira y Claire Falkenstein. La obra más antigua es una pintura de Camille Pissarro de 1867. La más reciente, una tela de Jackson Pollock, pintada en 1947.
Para la curadora, el museo Guggenheim, que fue creado en 1939 pero se instaló en su actual edificio en 1959, se benefició directamente de este soplo de aire fresco llegado del extranjero.
Tantos artistas como figuras de la cultura hallaron refugio aquí
, dijo, y contribuyeron al final a dar forma a nuestra institución
.