La Asamblea General Politécnica (AGP) aceptó la propuesta del director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnacht, de que sus representantes salgan de la comisión organizadora del Congreso Nacional Politécnico (CNP), con lo que esperan que la realización de éste sea viable.

La instancia encargada de organizar el encuentro (integrada por estudiantes, profesores y trabajadores elegidos en las escuelas del IPN, así como representantes designados por la dirección general y la AGP) se instaló en julio pasado y no ha avanzado en sus trabajos por disputas y desacuerdos. Algunos grupos han cuestionado la presencia de los miembros de la AGP y de los representantes de la dirección, a quienes acusan de intentar imponer las reglas con las que trabajarán los comisionados y de pretender crear un congreso a modo.

El director Fernández Fassnacht se reunió el viernes con representantes de la AGP, a quienes advirtió que los trabajos de la comisión organizadora se han empantanado, y aseguró que él percibe gran riesgo de que no se realice el congreso que, en su opinión, servirá para que el instituto se halle en condiciones de enfrentar los retos del siglo XXI.

En la práctica, la propuesta que hizo a los representantes de la asamblea (que la AGP y la dirección general se retiren de la comisión organizadora y que ésta decida por sí misma las reglas con las que trabajará) significa la aceptación de las demandas de algunos grupos que se han opuesto al avance de los trabajos de organización del congreso.

Los miembros de la AGP –organismo que en 2014 firmó con el gobierno federal los acuerdos que harán posible el congreso– se reunieron ayer en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos 8 Narciso Bassols, de Azcapotzalco, donde discutieron la propuesta del director y votaron en favor de retirarse de la organización del encuentro.

Pretenden reunirse este martes con el director Fernández Fassnacht, a fin de proponerle el 30 de junio como fecha límite para que la comisión concluya la organización del congreso, y si los comisionados no terminan sus trabajos, la dirección general y la AGP intervendrían.

Algunos miembros de la comunidad politécnica consideran que la salida de las autoridades de la comisión podría ser un nuevo obstáculo para el avance del congreso, pues en una comunidad que en general es muy institucional, como la del Politécnico, si las convocatorias a las sesiones de la comisión organizadora no son firmadas en adelante por el director general o el secretario general podría darse poca asistencia de los comisionados.

A otros les preocupa que la organización del congreso quede en manos de agrupaciones que pretendan crear un acto que no sea democrático o de algún modo no vea por los intereses del instituto, sino por los de colectivos o grupos políticos.