Beirut.

Soldados turcos y rebeldes sirios entraron ayer en la ciudad de Al Bab, bastión del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria, mientras las fuerzas del gobierno se acercaban al feudo yihadista, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Fuerzas turcas y sus aliados rebeldes han penetrado en la parte oeste de la ciudad y han tomado el control de varias zonas, aseguró la organización no gubernamental, con sede en Reino Unido.

El OSDH añadió que hay combates intensos en la ciudad, último bastión del grupo yihadista en la provincia de Alepo, norte de Siria. Antes de la ofensiva del sábado la agencia turca Dogan aseguró que al menos 66 soldados turcos habían muerto desde el comienzo del operativo, la mayoría en ataques de los yihadistas. Según la misma fuente, seis civiles fallecieron en Al Bab durante bombardeos y disparos de artillería del ejército turco. De acuerdo con la agencia oficial turca Anadolu, que cita fuentes castrenses, un soldado turco perdió la vida y otro resultó lesionado en el enfrentamiento.

La localidad se encuentra en el punto de mira de dos bandos rivales: por un lado, el ejército turco, que junto con los rebeldes sirios avanza por el norte, este y oeste; por otro, las tropas del régimen sirio, que la asedian por el sur desde el lunes, cuando lograron hacerse del control de la carretera estratégica que conduce a la ciudad.

El jueves pasado Rusia bombardeó por error una posición turca y mató a tres militares.

Pese a apoyar a distintos bandos en la guerra –Rusia es aliado del gobierno sirio y Ankara respalda a la oposición–, ambos han trabajado juntos en meses recientes.