Guadalajara, Jal.

El gobierno estatal anunció acciones conjuntas con la Universidad de Guadalajara (UdeG), a partir de este lunes, para contrarrestar la epidemia de enfermedades renales que padecen habitantes de ocho comunidades de Poncitlán, en la ribera del lago de Chapala.

Tras una reunión, el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz y el rector Tonatiuh Bravo Padilla acordaron que Miguel Castro, secretario de Desarrollo e Integración Social, sea uno de los coordinadores de los trabajos.

A finales de enero, la UdeG presentó los resultados preliminares de una investigación en la ribera de Chapala, encabezada por Felipe Lozano Kasten, en la cual se detalló que de los 950 habitantes de Agua Caliente, 270 tienen algún grado de insuficiencia renal –la mayoría niños de 5 a 9 años– y casi la mitad desechan en la orina plomo, mercurio y molibdeno (metal que no existe en forma natural en México).

Los pobladores atribuyen los males renales al agua termal, fuera de norma, que se surte a los hogares, y señalaron que existen unos 2 mil casos de personas con ese daño en diferente grado.

Luego de conocerse la información, Antonio Cruces Mada, titular de la Secretaría de Salud de Jalisco, reconoció que la alta incidencia de enfermedades renales en esa región es grave, pero descartó que la única causa sea el consumo de aguas termales contaminadas con metales pesados. Incluye factores como lo consanguíneo, lo nutrimental, lo cultural, probablemente el consumo de agua y alimentos con pesticidas. Aparte, cocinar con leña y dentro del hogar genera problemas, dijo.

A la reunión entre el gobernador y el rector acudieron los directores de la Comisión Estatal del Agua, Felipe Tito Lugo Arias; del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado, Aristeo Mejía Durán, así como el secretario de Educación, Francisco Ayón López, lo que anticipa una atención multidisciplinaria.

Con la transferencia de información de los académicos se busca beneficiar a los habitantes de las comunidades de San Pedro Itzicán, Agua Caliente, Chalpicote, La Zapotera y Santa María de la Joya, ubicadas en el municipio de Poncitlán, donde se registran problemas renales y de desnutrición.

La segunda etapa, por parte del gobierno del estado, constará de labor comunitaria con asociaciones civiles para hacer trabajos integrales de tejido social.