Los diputados priístas de los estados del norte plantearon ayer la reducción del IEPS que se cobra a las gasolinas en la frontera, para que su precio vuelva a homologarse con el promedio de las ciudades fronterizas de Estados Unidos.

En un punto de acuerdo los legisladores señalaron que el 27 de diciembre, el Ejecutivo publicó un decreto para definir estímulos fiscales del IEPS a los combustibles en la frontera.

Sin embargo, explicaron que el estímulo fiscal consiste en acreditar contra el pago del ISR el total de litros de gasolina consumida durante un mes.

Aunque es una buena medida, el problema se encuentra en el mecanismo para su aplicación, porque únicamente las grandes empresas o corporativos cuentan con la capacidad económica para absorberlo, mientras las pequeñas se enfrentan a una quiebra, ya que aún cuando se acredita contra otros impuestos, no pueden absorberlos durante un mes o más, indicaron.

Además de que no todas las gasolinerías aplican el acreditamiento, las ventas de gasolina en la frontera sur de Estados Unidos aumentaron entre 45 y 60 por ciento, tras el gasolinazo en México, expusieron.

Para los priístas es preferible que el estímulo se aplique de manera directa al precio de las gasolinas, lo cual permitiría que los habitantes de la frontera puedan comprar combustibles más baratos.

Bajo el esquema actual resulta imposible que los expendedores absorban el estímulo, en tanto se realiza la acreditación o, en su caso, la devolución correspondiente por el Sistema de Administración Tributaria, insistieron.