El Velódromo Olímpico Agustín Melgar, instalación protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como escenario de los Juegos de México 68 y otrora catedral de récords mundiales, podría transformarse en el nuevo estadio del equipo Cruz Azul.

Obsoleto por sus características para competencias internacionales en la reglamentación actual de la Unión Internacional de Ciclismo (UCI), el velódromo es una de las opciones para construir en ese predio el nuevo estadio Azul, en alianza con la Ciudad de México y los planes de renovación de Ciudad Deportiva.

El jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, declaró el miércoles que la intención es que la Máquina continúe dentro de la ciudad cuando termine su contrato en 2018 y deba entregar el estadio en la antigua Ciudad de los Deportes, que se convertirá en un complejo comercial.

En las negociaciones entre el club Cruz Azul y el Gobierno de la ciudad se manejan tres o cuatro predios como opciones, en las delegaciones Xochimilco y Venustiano Carranza, donde se encuentra el velódromo como escenario central del Deportivo del Velódromo Olímpico Agustín Melgar, cuyas instalaciones complementarias, principalmente la alberca, fueron remodeladas el año pasado después de 48 años mediante una inversión de 27 millones de pesos.

El velódromo, cuya pista fue de madera africana y por mantenimiento inadecuado tuvo que ser remplazada por cemento en 1997, está prácticamente en desuso, aunque cuatro días a la semana funciona como escuela técnico deportiva. En la remodelación, sólo se remozó el campo con pasto artificial y se pintó una cancha multifuncional para tochito y futbol. En los espacios interiores del velódromo operan la Comisión de Box de la Ciudad de México y un par de despachos de la delegación Venustiano Carranza. La plaza cívica funciona de estacionamiento con los autos entre los mástiles, en los que todavía ondean las banderas de países participantes en México 68, incluidas la de la España franquista y las también extintas Unión Soviética, Checoslovaquia y Alemania Oriental. La explanada posterior es un corralón de tránsito.

Interés conjunto

El interés es conjunto de poder dejar en estos dos años que nos restan al frente de la administración mejores espacios para el deporte en la Ciudad de México, afirmó Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte capitalino.

(El Agustín Melgar) Es opción y hay otras reales. Todas las reuniones que hemos tenido con la directiva del Cruz Azul siguen su cauce y están trascendiendo en muchos términos, en los acuerdos y alianzas para poder desarrollarlo, entonces yo no descartaría el velódromo; simplemente habrá que seguir trabajando con muchas otras autoridades y entidades relacionadas a un proyecto de esta magnitud.

El INAH sería una de esas entidades, lo que el gobierno capitalino considera posible, señaló De la Vega, y explicó que más allá de que el velódromo no está en óptimas condiciones, es obsoleto para el propósito original de competencia. Aunque la pista de 333.33 metros está homologada por la UCI, las competencias oficiales internacionales son en pistas de 250 metros, además de que deben ser techadas.

Es un deporte distinto, es como si hablaras de que si en el tenis se reduce la cancha. Eso es lo que permite tener la posibilidad de realizar el proyecto. Ahora, si se concreta, definitivamente es un compromiso construir un velódromo en otro punto de la ciudad, y eso es una parte muy importante para rescatar ese lugar de manera fija y permanente con las características actuales que maneja la UCI, recalcó.

Al margen de que se concrete o no el proyecto, el velódromo olímpico inaugurado el 30 de septiembre de 1968 y su pista ideada por el arquitecto Herbert Schurmann, ya son historia con los más de 50 récords mundiales y otros tantos Guinness impuestos por grandes figuras del ciclismo internacional.

Los que más se recuerdan rodando para nuevas marcas sobre el óvalo de madera son el belga Eddy Merckx, considerado el mejor pedalista de todos los tiempos, quien el 25 de octubre de 1972 superó el récord mundial de la hora con 49.431 kilómetros; la italiana María Cessari, quien ese mismo año estableció cinco nuevos registros, y el mexicano Radamés Treviño, quien en 1969 había dejado el de la hora en 46.955 kilómetros.

Costo para el club

El proyecto del estadio Azul sería asumido en su totalidad por el club, como sucede con el estadio de beisbol Fray Nano de Diablos Rojos, que se construye en la zona del Autódromo Hermanos Rodríguez, perteneciente a la delegación Iztacalco.

De la Vega mencionó que la inversión del Fray Nano, cercana a 2 mil millones de pesos, es imposible como gobierno erogar un recurso de esa naturaleza. Sin embargo, si das las condiciones para que los privados edifiquen y que esas instalaciones sigan siendo propiedad de la ciudad, es una estrategia que resulta, señaló.

Estamos viendo cómo invertimos más recursos para intervenir espacios en esa otra parte (de la Venustiano Carranza), con la intención de que la Ciudad Deportiva Magdalena Mixihuca sea un ejemplo de todo el país y a escala internacional. Hay pocos espacios, no nada más en México, sino a escala latinoamericana y mundial, de una dimensión tan grande, señaló sobre el complejo que incluye el Palacio de los Deportes, el Centro Paralímpico, el Centro de Alto Rendimiento, las escuelas nacionales de Entrenadores y de Educación Física.