El país era una opción privilegiada, afirma, pero las amenazas de Trump surtieron efecto
Jueves 9 de febrero de 2017, p. 25
Tokio.
El fabricante japonés de autopartes para frenos, Nisshinbo Holdings, anunció que, a causa de la incertidumbre que genera la política proteccionista de Donald Trump, abandonó por el momento el proyecto de construir una fábrica en México.
Hemos regresado al punto de partida en lo que se refiere al proyecto de fábrica para el que México era la opción privilegiada. Pensamos construirla en otra parte
, declaró el miércoles un dirigente del grupo Takayoshi Okugawa, citado por su portavoz personal.
Oficialmente no habíamos decidido construir en México, pero ese país era el lugar favorito. Reanudamos la reflexión un escalón más abajo y estudiamos varias posibilidades
, precisó el vocero.
Según el diario japonés Nikkei es la primera vez que una empresa japonesa abandona oficialmente un proyecto a causa de la intención de Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), impactando a los fabricantes de automóviles y sus abastecedores, que habían hecho de México su base de operaciones.
Nisshinbo Holdings, que también desarrolla actividades en el sector electrónico y de energía, controla alrededor de 15 por ciento del mercado mundial de sistemas de frenos para automóviles.
Al anunciar sus resultados esta semana, el fabricante de vidrio Asahi Glass también dio a entender que de momento renunciaba a extender su gama de productos fabricados en México a la espera de ver cómo evoluciona la situación, según informaciones publicadas en medios japoneses.
Trump criticó en varias oportunidades a empresas que producen en México para vender en Estados Unidos, citando explícitamente a los constructores de automóviles estadunidenses y al japonés Toyota.
Esas declaraciones ya doblegaron a Ford: el gigante renunció a construir una fábrica en México para invertir en una instalación existente en Michigan (norte de Estados Unidos), donde va a crear 700 puestos de trabajo. La política de Trump también alienta a empresas japonesas a instalarse en Estados Unidos. Es el caso de Sharp (actualmente propiedad del grupo taiwanés Hon Hai/Foxconn), cuyos directivos dijeron a la prensa estar estudiando la construcción de una fábrica de pantallas en territorio estadunidense.