La suspensión del aumento de los combustibles –por dos semanas– tiene la intención de “ganar tiempo y bajar la presión social que llevó a millones de mexicanos a las calles para protestar", lo que condujo al presidente Enrique Peña Nieto a “los niveles más bajos de aceptación en la historia", aseguró la dirigencia de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA).

Por su parte, Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), informó que esa organización promovió un "amparo colectivo”.

Aseguró que sólo en el estado de México se interpusieron cinco amparos, con el argumento de que “el gasolinazo constituye una violación al derecho humano, a un salario mínimo vital”.

En tanto, la Asamblea de Barrios y otras agrupaciones realizaron una manifestación frente al Palacio Nacional en contra del alza a las gasolinas y pidieron que se refunde el país.

Ello en el contexto de los 100 años de la Constitución.

La CNPA indicó que “es evidente que el gobierno federal tomó una decisión política" de mantener los precios de las gasolinas sin cambio durante dos semanas, después de las acciones de resistencia de diversos sectores, luego de un incremento de hasta 22 por ciento en el precio del combustible desde el primero de enero.