Pumas caminó sobre la cuerda floja, siempre a punto de caer, en los últimos minutos del partido ante Pachuca, que perdía por un gol. A nada del final, Tuzos logró el tanto por el que había batallado casi toda la segunda parte del juego para terminar 1-1 en Ciudad Universitaria.

El gol del defensa trasmutado en delantero Darío Verón le dio ventaja durante gran parte del partido a los universitarios, pero a poco del final Óscar Murillo tiró de un cabezazo la alegría de la afición auriazul, que vio con horror cómo les empataban un duelo que creían ganado. El tuzo Franco Jara falló un penal al 68.

Los universitarios perdieron de este modo el buen paso que tuvieron durante tres jornadas consecutivas. Cayeron en casa y sufriendo. Pachuca, en tanto, exhibió un futbol orgulloso y ofensivo, con jugadores que no se replegaron.

El primer tiempo estaba a punto de terminar, cuando en un tito de esquina apareció Darío Verón, un defensa que sabe mimetizarse en delantero cuando hace falta; remató con violencia, pero el arquero Alfonso Blanco tapó increíble, la pelota quedó a la deriva y el zaguero paraguayo se barrió desesperado para empujar el balón con precisión de billarista y lograr el 1-0.

El intermedio llegó con una bandera enorme y el Himno Nacional. Una breve ceremonia que responde al llamado que hizo el rector de la UNAM, Enrique Graue, para fortalecer la unidad en torno a México, y que tuvo eco en las gradas, donde se formaron mosaicos tricolores.

Quedaba poco por jugar. Pumas empezaba a saborear una victoria. Pero al minuto 86, un cobro de castigo derivó en el remate de Óscar Murillo quien consiguió el empate 1-1 ante el rostro descompuesto de todos los auriazules.