Aunque el gobierno mexicano ya sabe que los migrantes haitianos y africanos varados en Baja California están viviendo una crisis humana, le apuesta a que el tema quede en el olvido y a que los trabajadores indocumentados se cansen y prefieran regresar a su país, denunció Wilner Metelus, del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos.

Tras reunirse el pasado jueves con miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, el activista advirtió que aunque el gobierno mexicano dio un permiso de estancia a los migrantes haitianos por 30 días y prometió que los ayudaría a obtener la condición de refugiados, en la práctica no los ha auxiliado.

No hay ayuda en alimentación ni salud y está mandando a los migrantes a centros de rehabilitación, donde hay drogadictos y delincuentes, lo cual es peligroso, advirtió Metelus en entrevista con La Jornada.

Dejaron a los haitianos vivir esta situación para que tomen la decisión de regresar voluntariamente (a su país). Es algo de humillación y no me parece justo que el gobierno de México exija a Estados Unidos que respete a sus migrantes allá, pero en la realidad no veo la diferencia entre este gobierno y los de Obama y Trump, enfatizó.

Lo más grave, añadió, es que desde 2016 ya había un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos que advertía a México que llegarían unos 42 mil haitianos al país con la intención de cruzar la frontera norte, pero el gobierno ignoró las recomendaciones.

Para el activista, las autoridades mexicanas únicamente aceptaron a los migrantes de Haití para demostrarle a la comunidad internacional que es solidario y respeta los derechos humanos; pero es al revés, ya que no respeta los derechos de los haitianos y africanos que están varados en Baja California.

Metelus anunció que si la situación de crisis no mejora en un par de semanas, pedirá la intervención de organizaciones internacionales, como la Cruz Roja o el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.