Xalapa, Ver.

En un escenario donde prevalecen los hechos de violencia, una crisis en las finanzas públicas tras el desfalco de la administración de Javier Duarte de Ochoa, y de impunidad para él y sus colaboradores que participaron en esa malversación, los partidos alistan sus estrategias para la batalla electoral del 4 de junio, cuando se disputarán las 212 alcaldías de la entidad.

El PRI luchará por mantenerse unido con su aliado el PVEM y remontar la derrota electoral de 2016, que lo dejó fuera del gobierno del estado, tras 86 años de hegemonía partidista. El PAN y el PRD se centrarán en continuar la alianza y que los ciudadanos les refrenden el voto que los llevó a remplazar al PRI en la gubernatura. Morena luchará por continuar creciendo en las preferencias de los sufragantes.

Manuel Reyna Muñoz, investigador del Instituto Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (IHS-UV), consideró la próxima contienda como la antesala de 2018, cuando a escala estatal se renovará la gubernatura y en el plano nacional se disputará la Presidencia de la República. La entidad es la tercera reserva de votos más importante del país, después de los estados de México y Jalisco.

Planteó que, en buena medida, el partido que triunfe la mayoría de alcaldías –sobre todo las cabeceras distritales, que concentran el mayor número de electores– estará mejor posicionada para ganar la gubernatura y la Presidencia de la República en 2018.

Prueba para Yunes

Para el investigador, esta jornada electoral también será una prueba para el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en materia de combate al clientelismo y desvío de recursos públicos a las campañas.

Cuando asumió el poder dijo que durante su mandato no cometería las mismas acciones que Javier Duarte: no condicionaría la entrega de programas sociales con fines electorales ni presionaría el órgano electoral en funciones, vamos a ver si cumple.

Otro aspecto a considerar, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es que la lucha electoral partidista en ciernes se dará en un entorno de inseguridad y violencia.

En diciembre de 2016 y primer mes del gobierno de Yunes Linares, en Veracruz se documentaron 147 homicidios dolosos, 18 secuestros y 36 extorsiones. Y en enero de este año, pese a los operativos de seguridad en marcha en varias regiones del estado, continúan los homicidios, secuestros, extorsiones, robos y asaltos.

José de Jesús Mancha Alarcón, dirigente estatal del PAN, dijo que junto con el PRD encabezarán la alianza El Cambio Sigue, como continuación del triunfo electoral conjunto obtenido en 2016.

El líder panista considera que tras sacar al PRI del gobierno del estado y destapar los malos manejos de Duarte, ahora debe señalar lo ocurrido en el ámbito municipal. Frente al ejemplo que puso Duarte, todo mundo copió esa actitud (en los ayuntamientos).

Mancha Alarcón dijo que para sacar a lo que queda del PRI en los municipios, el PAN y el PRD establecieron una alianza para postular candidatos comunes en 210 municipios, de los cuales 140 serán militantes de Acción Nacional y 70 del sol azteca. El PAN espera ganar cien municipios, entre ellos cabeceras distritales, y quitar algunos bastiones al PRI.

La principal preocupación del PAN es la migración de liderazgo del PRI al partido Morena. Vemos liderazgos del PRI que, al observar a su partido derrotado, ahora emigran hacia Morena conformando una nueva especie política donde se junta lo corrupto del PRI y lo pragmático de Morena. Preocupa que engañen al electorado y prevalezcan en el poder, señaló.

Mancha Alarcón minimizó la posibilidad de que la principal promesa de Yunes Linares, de meter a la cárcel a Duarte, se encuentre inconclusa para el día de los comicios.

Morena llega fortalecido al proceso

A diferencia del PRI, Morena llega fortalecido a este proceso electoral. Cuenta con 12 diputados locales y dos federales por Veracruz. Con base en la votación obtenida en 2016 tendrá 76 millones de pesos de prerrogativas.

Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, dirigente estatal de Morena, dice que otro aspecto favorable es que tras haber alcanzado 800 mil votos en la pasada elección, el partido se puso en el ánimo de los electores. La gente observa los triunfos obtenidos y se siente motivada a votar por ellos.

Para Huerta Ladrón de Guevara, el gasolinazo, el incremento de la pobreza, el desempleo y las noticias de corrupción en torno al gobierno de Enrique Peña Nieto, forman un contexto que los favorece.

En la jornada de junio, Morena echará mano del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, quien ya ha recorrido muchos municipios de la sierra del Totonacapan, pero también de militantes de otros partidos que quieren sumarse al trabajo de Morena.

Este domingo 5 de febrero, López Obrador encabezará un mitin en la Plaza Lerdo de Xalapa, donde invitará a suscribir el acuerdo Por la unidad del pueblo para la prosperidad y el renacimiento de México, que contempla tres ideas básicas: gobierno de rectitud para acabar con la corrupción, gobierno para el desarrollo de los pueblos. Y austeridad republicana.

De las cuatro entidades que tendrán elecciones este 2017 (Coahuila, estado de México, Nayarit y Veracruz), Morena tiene enfocados sus esfuerzos en esta entidad. Y parte de su estrategia es no caer en provocaciones de sus adversarios.

Huerta Ladrón de Guevara dijo que el principal reto de Morena es hacer frente a los agravios contra sus militantes. El 30 de noviembre fue allanado el domicilio de la diputada local Daniela Griego Ceballos y el 5 de enero balearon la casa de un delegado en Xico.

En días recientes, el gobernador Yunes Linares ha dirigido discursos hostiles contra Morena, al que acusa de encabezar el cierre de la presa Yuribia, que dejó sin agua a medio millón de habitantes en el sur de Veracruz.

Morena los pone nerviosos, dice el líder estatal. Señala que ante el crecimiento electoral del partido y la caída del PRI en el ánimo de los ciudadanos, el régimen integrado por el PAN y el PRI trata de intimidar y desprestigiar a liderazgos de Morena.

El PRI, más fuerte y poderoso

Tras perder 86 años de hegemonía en el gobierno estatal, en 2016, el PRI apostó por nombrar a Renato Alarcón Guevara dirigente estatal. Su toma de protesta fue el 29 de enero pasado. El político es afín a Héctor Yunes, quien fue candidato del PRI al gobierno de Veracruz en la pasada elección. En su toma de protesta, Alarcón Guevara reconoció que la derrota de 2016 y la mala actuación del gobierno de Duarte dejó herido a sus liderazgos y al partido hundido en el desprestigio.

En ese acto, Lorena Martínez Rodríguez, quien será delegada del CEN del PRI en Veracruz, reconoció que el PRI vive momentos difíciles no solo en el estado, sino en el país, pero aseguró que la unidad es el baluarte más importante para hacer frente a las amenazas del exterior. Advirtió que esta será la primera vez que el PRI compita sin tener el respaldo del gobierno del estado y el principal reto es aprender, siendo oposición.

La delegada atajó la versión de que en esta elección el PRI sería un satélite del PVEM, ante el daño a la imagen del partido que le ocasionó el gobierno de Duarte.

Para este año el tricolor recibirá prerrogativas por 79 millones 432 mil 547 pesos.