Voces privilegiadas y entrañables, como las de Óscar Chávez, Eugenia León, El Negro Ojeda, Amparo Ochoa, Lila Downs, Iraida Noriega, Susana Harp y Betsy Pecanins han grabado canciones de Rafael Mendoza, quien al referirse a ellos y a los músicos que han intervenido en sus discos, subrayó: La relación no es sólo laboral, es afectuosa, de amigos. Creo que esa es una de las formas en que he asumido mi oficio. He encontrado cómplices y afinidades para hacer ciertas cosas y eso para mí, es esencia.

De entrada, el autor de la canción Décimas a la muerte y con un historial de ocho discos grabados, agregó: Mi más reciente disco está hecho de esa forma, precisamente, con colegas con los que he trabajado muchos años, con gente que quiero, que nos llevamos bien.

De hablar claro y directo, con ademanes que respaldan sus dichos, Mendoza lleva a sus inicios con la música Mi encuentro con la guitarra fue de chavito; empecé a tocar bajo el influjo de la onda latinoamericana y como a los 17 años con chavos del barrio hicimos un grupo; tocábamos en peñas y alternábamos con gente como Chava Flores y Amparo Ochoa; éramos unos muchachos imberbes. Pero muy temprano empecé a escribir canciones, a balbucearlas para montarlas con este grupo. De ahí para acá ha sido componer temas, señaló el cantautor, nativo de la colonia Jamaica, allá por el mercado, aclara.

Aquí y allá; en foros pequeños y festivales grandes

A la par de las grabaciones realizadas por distintos cantantes, Rafael Mendoza también ha hecho su trabajo; no es un compositor que sea sólo conocido a través de intérpretes, también lo es por su voz y su estilo de cantar y tocar la guitarra. Al respecto señala: “Tengo un trabajo constante: interpretar mis temas aquí y allá; en foros pequeños, en festivales grandes.

“Me dio pulsión y presenté mis dos discos más recientes (Esté donde esté y Mil años después) en el Teatro de la Ciudad, cosa que es un compromiso enorme para mí, que me muevo de manera independiente, en la verdadera acepción de la palabra: no hay disquera, tampoco mánager ni un equipo que trabaje para mí. A fuerza de persistencia se va conociendo mi trabajo por medio de mi voz. Me da gusto que mis canciones suenen en otras voces, incluso, me he encontrado en la red con jóvenes que las interpretan.

Soy compositor, pero tengo la caradura de cantar y, quizá por eso, soy canta-autor. Soy trovador en el sentido que le da el oficio: el que le canta a su tiempo y a las cosas del corazón. Yo lo hago para nuestro tiempo y a las cosas del amor, pero también a los miedos, a las tristezas a los gozos y a la esperanza.

Una canción de Rafael Mendoza está rotando en la programación de la estación de radio La B Grande de México: “recuerdo que hace tiempo andaba de fiesta con el Macondo, Miguel Ángel Díaz, con quien hice mi primer disco, íbamos en el coche escuchando Radio Educación y apareció un tema mío. Era la primera vez que escuchaba una canción mía en el radio. Es una cosa muy grande. Aquella canción se llama Por las carreteras. También fue la primera que alguien me grabó. Ahora programan Muy suavemente, tema de amor, cuya historia quedó bien contada. Me da gusto, porque es así como las canciones se van. Es un poco como los hijos…”

Para quienes deseen conocer y escuchar en vivo a Rafael Mendoza, el martes se presentará en el Metro La Raza (Túnel de la Ciencia, línea 5) a las 15 horas.