La construcción de una subestación eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Catarroja 131, colonia Cerro de la Estrella, delegación Iztapalapa, provocó agrietamientos en los muros de por lo menos 10 viviendas y dos escuelas primarias, que durante nueve días tuvieron que suspender clases para evitar riesgos a la comunidad escolar.

Durante un recorrido, vecinos y padres exigieron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) tomar cartas en el asunto, realizar estudios en los planteles y en el subsuelo, ya que hasta ahora sólo se han resanado las grietas en las paredes.

Miriam Villagarcía, presidenta de la asociación de padres de familia de la escuela primaria Agustín Cue Canovas, aseguró que sin presentarles algún dictamen de Protección Civil que avale que no hay ningún daño estructural se permitió el regreso a clases.

El viernes no estaba apta la escuela para ser ocupada y el lunes nos dijeron que ya podían regresar los niños. Ahí están todavía los trabajadores arreglando las paredes. Queremos que se hagan estudios serios y no nada más que se pongan parches, expresó.

En una situación similar se encuentra la escuela primaria República de Indonesia, ubicada frente a la obra.

Desde mediados de enero, como parte de la construcción de la subestación eléctrica, trabajadores comenzaron un túnel con cuatro metros de profundidad, uno de diámetro y 50 de largo, que corre por debajo de las casas y las escuelas, el cual provocó daños en los inmuebles y oquedades en las calles.

En algunas viviendas, el personal contratado por la CFE realizó las reparaciones correspondientes, pero en otras las ha ignorado. Es el caso de la propiedad de Alberto Valadés, ubicada en Verín 42, donde “no han ido ni a revisar los daños.

Protección Civil de la delegación hizo un dictamen en el que indica que el riesgo es bajo, pero no hay pared que no esté agrietada de lado a lado, expresó, al señalar que ya puso una demanda ante la Fiscalía Desconcentrada en Iztapalapa.

Moisés Vázquez, vecino de la colonia, resaltó que se desconoce la gravedad de la situación, por lo que no permitirán que continúen los trabajos de la subestación, que fue rechazada por la comunidad desde que se conoció el proyecto.

Detalló que el predio donde se construye era un espacio que se había donado a la comunidad y que funcionó como un área recreativa con canchas de futbol y juegos infantiles, del cual fueron despojados por un supuesto dueño que nunca acreditó la propiedad.

Aún más, agregó, de acuerdo con el plan de desarrollo urbano delegacional el uso del suelo para una subestación eléctrica en el predio está prohibido, por lo que cuestionaron que tanto las autoridades de la demarcación como del gobierno capitalino permitan su construcción.