Nueva York.

Joaquín El Chapo Guzmán Loera compareció ayer por segunda vez ante un tribunal de esta ciudad, en medio de fuertes medidas de seguridad y la queja de sus abogados sobre las severas condiciones carcelarias que enfrenta, ya que, dijeron, pasa encerrado 23 horas al día, no le permiten visitas, ni siquiera la de su esposa, y tampoco puede telefonear a nadie que no sean sus defensores legales.

Guzmán Loera pudo ayer ver a Emma Coronel, su joven esposa, y sonreirle cuando entró a la audiencia en Brooklyn custodiado por agentes federales, en su segunda presentación ante ese tribunal desde que fue extraditado el 19 de enero.

Esto es hasta ahora lo más que ella ha podido verle, comentó la abogada de oficio de El Chapo, Michelle Galernt, mientras Emma Coronel, vestida de negro, permanecía callada a su lado.

Pedimos permiso para que la señora Guzmán, que está presente hoy en la corte, pueda visitarlo o llamarlo por teléfono al Centro Correccional Metropolitano, dijo Galernt. Asimismo, solicitó acceso a la cárcel para los abogados mexicanos del capo.