La exposición Hacer el cuerpo: colección Rogelio Cuéllar, de 73 obras, entre pintura, dibujo, grabado y escultura, inaugurada el pasado jueves en el Museo José Luis Cuevas, tiene la finalidad de compartir la emoción y la estrecha relación mantenida con los creadores plásticos. Son obras adquiridas por el fotógrafo, en su mayoría mediante trueque.

En el acto inaugural, al que no asistió Beatriz del Carmen Bazán de Cuevas, directora del museo, debido a un problema de salud, Cuéllar (CDMX, 1950) expresó que esta es la segunda ocasión que exhibe en el recinto de Academia 13, Centro Histórico.

La primera, hace 10 o 15 años, expuse mi trabajo fotográfico específicamente sobre el cuerpo humano desnudo. Para ello el maestro Cuevas me prestó por única vez la sala Erótica, que entonces estaba en la planta baja. Se descolgaron todas las obras.

Retratar las letras y la plástica

Rogelio Cuéllar muestra una parte de la colección que ha integrado a lo largo de casi cuatro décadas. Explicó que su trabajo fotográfico ha sido fundamentalmente en dos columnas: por un lado, el retrato del rostro en las letras y por el otro, el rostro de la plástica. Trabajar con los artistas visuales ha sido relevante porque he establecido grandes relaciones, del tipo amistad y hermandad. Muchos de ellos son mis hermanos, con un papá grande como podía ser el gran maestro Gilberto Aceves Navarro.

Hacer el cuerpo... es una propuesta de María Luisa Passarge, directora de La Cabra Ediciones. Cada obra cuenta con una pequeña fotografía en blanco y negro de su autor tomada por Cuéllar en la época correspondiente a la adquisición de la pieza. Passarge, como Jaime Moreno Villarreal y el propio Cuéllar fungieron de curadores.

Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), anotó que en ese cruce de miradas hay un juego perverso que tiene mucho que ver con el encontrado en los museos. La idea es que después de su estancia en el Cuevas la muestra vaya a diversos recintos del país. Ya está confirmada su exhibición en el Centro Cultural Tijuana para el primer semestre de 2018. El proyecto original es de 125 piezas.

El pintor Luciano Spanó, cuya obra figura en la exposición, recordó su encuentro con Cuéllar.

“En 1991, cuando expuse en el Centro Cultural San Ángel, llegó a mi taller a tomarme fotos y me encantó. Luego luego me di cuenta de que era un hombre de una sensibilidad impresionante; era una mirada especial su cámara. Recuerdo que ese día casi me encueré, hicimos una sesión de varias horas, acabé haciendo unas poses eróticas. Desde entonces ha fotografiado mi trabajo en varias ocasiones y siempre con un tino especial. Como que entra dentro de uno, en el espíritu de uno, y le saca a uno el alma de alguna manera.

Otra cosa; me fui todavía a su taller y vi cómo revelaba, como un mago. Me acuerdo cómo metía las manos, los dedos, tratando de encontrar luces y sombras. Se me hizo como una cosa fantasmagórica, mágica, de encanto. Así que me parece un tipo fantástico.

También asistieron al acto los artistas Alberto Castro Leñero, Carlos Gutiérrez Angulo, Carmina Hernández, Jazzamoart y Reynaldo Velázquez.

En el texto de sala, Jaime Moreno Villarreal escribe que a lo largo de 45 años Rogelio Cuéllar ha retratado fotográficamente a los protagonistas de la cultura mexicana. Algunos de estos retratos se han vuelto referentes icónicos de esos creadores. Por su calidad y amplitud no hay otro portafolio retratístico semejante en México. A partir de su trabajo con artistas, Rogelio Cuéllar ha ido formando la amplia colección.

Hacer el cuerpo... concluirá el 2 de marzo en el Museo José Luis Cuevas.