Pacientes con trastorno bipolar, más vulnerables: Fernando Alonso
Viernes 27 de enero de 2017, p. 34
La poca luz del sol que hay en el invierno puede ser un factor importante para desencadenar una depresión, originada específicamente en esta estación del año, llamada trastorno afectivo estacional o SAD (seasonal affective disorder).
Fernando Alonso Guasti, investigador del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, aseguró que la causa principal de este padecimiento es la disminución de luz solar en el invierno. Afirmó que le puede ocurrir a cualquier persona, pero los pacientes con antecedentes de depresión y trastorno bipolar son más propensos a desarrollarlo.
Las síntomas de las personas con trastorno o depresión estacional son tristeza, irritabilidad, letargo, cansancio, ansia de comer carbohidratos y azúcares, dificultad para concentrarse, dormir más de lo normal, falta de energía, disminución de actividad, alejamiento de la vida social y llanto frecuente.
Este padecimiento es común en países donde los cambios estacionales son muy marcados, como los septentrionales, pero aun cuando en México no se tiene cambios climáticos tan manifiestos, sí hay personas que presentan alteraciones en su estado de ánimo o baja de energía en los meses invernales.
Recomendaciones
Ante esto, Alonso Guasti explicó que exponerse a la luz del sol siempre que sea posible, hacer ejercicio o actividades al aire libre son formas de evitar o disminuir este trastorno.
En humanos, el ritmo circadiano permite la organización y óptimo funcionamiento del metabolismo de acuerdo con el momento. Por ejemplo, la producción de energía en el día y los mecanismos de reparación durante la noche o fase de descanso.
El investigador señaló que en este equilibrio la señal más importante para sincronización es la luz, la cual es percibida por las células de la retina que proyectan a neuronas del núcleo supraquiasmático, coordinador del sistema circadiano que participa en actividades muy específicas, como al secreción de las hormonas, la fase del sueño, la termorregulación y la ingesta de alimento. Este sistema de manera continua se adapta y sincroniza con el medio ambiente; así, pues, la disminución de las horas de luz en los días invernales es la principal explicación de la depresión estacional.
La fototerapia es la base del tratamiento para este trastorno, el cual debe empezar en el otoño, antes de que se empiece a tener síntomas y consiste en sentarse con los ojos abiertos frente a una luz brillante, preferentemente temprano, para imitar las acciones del amanecer.