Los dueños de gasolineras son libres de contratar el transporte que más les convenga para llevar el hidrocarburo a los puntos de venta sin la obligación de recurrir a Pemex, determinó la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con lo que rompió con el monopolio que tuvo durante años el sindicato petrolero.

Por unanimidad, los ministros avalaron ayer el proyecto de Alberto Pérez Dayán y dejaron sin efecto la multa impuesta por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) a Pemex (más de mil 300 millones de pesos) por prácticas monopólicas.

En entrevista, Pérez Dayán explicó que a partir de la entrada en vigor de la reforma energética, y con ello la liberación de los precios de las gasolinas y el diésel, los dueños de gasolineras tienen el derecho de elegir quién transporte el producto hasta su estación de servicio, lo cual se aplica también a los importadores de gasolina desde el punto de ingreso a territorio nacional hasta el punto de venta.

El ministro precisó que la multa quedó sin efecto, ya que si bien Pemex incurrió en prácticas monopólicas al obligar a los gasolineros a aceptar la venta atada –que incluía que el servicio de pipas lo proporcionaran empresas propiedad del sindicato petrolero–, el marco legal vigente antes de la reforma energética concedía a la paraestatal la exclusividad en la exploración, explotación, refinación, almacenamiento, distribución, venta y transporte de hidrocarburos, y con ello establecer quién podía transportarlos.