Viernes 20 de enero de 2017, p. 8
Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, fue extraditado ayer a Estados Unidos para enfrentar seis cargos judiciales en ese país, todos por tráfico de drogas y diversos delitos relacionadas con esa actividad. Una de las acusaciones, presentada en el distrito este de Nueva York, obliga al ingreso inicial del mexicano a esa área.
El hecho se produjo en las últimas horas del gobierno demócrata de Obama y a unas horas de la toma de posesión del magnate Donald Trump.
El acusado fue trasladado por la tarde desde un centro de reclusión ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, rumbo al aeropuerto internacional Long Island MacArthur, en Islip, Nueva York. Será después cuando el Departamento de Justicia informe la hora y el lugar de la presentación inicial de Guzmán ante un juzgado.
Apenas autorizado el traslado, el gobierno de Estados Unidos agradeció a su contraparte la extensa cooperación y ayuda
en este proceso, cuya solicitud estuvo fincada en acusaciones formuladas en 1995 (San Diego) y el distrito occidental en Texas (2012), ambas por distribución de toneladas de droga, armas y lavado de dinero.
También hay cargos por homicidio y secuestro, así como de uso de aviones, submarinos y barcos para la distribución de drogas. Una más, radica en Florida, por importación y exportación de sustancias controladas, conspiración para la importación de drogas y manufactura y distribución de las mismas.
En los expedientes hay coacusados, como Ismael Zambada García, Jesús Vicente Zambada Niebla, Alfredo Guzmán Salazar, Alfredo Vázques Hernández y Germán Olivares, entre otros.
Según información difundida por agencias, en la acusación del distrito occidente de Texas se menciona como sanción posible la prisión perpetua. En 2015, El Chapo fue renombrado como el enemigo público número 1
de Chicago, el mismo título que recibió Al Capone en 1930.