Organizaciones mexicanas de derechos humanos y el relator especial de la Organización de Naciones Unidas, Michel Forst, se sumaron a la condena por el asesinato del ambientalista rarámuri Isidro Baldenegro López, con quien suman cuatro activistas muertos en un año.

Estoy profundamente conmocionado por el asesinato a sangre fría de Isidro, quien sólo deseaba para su comunidad la preservación de los bosques tradicionales en la sierra Tarahumara, dijo Forst, de visita oficial en México.

Más de 80 organizaciones de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT), advirtió que la violencia generalizada en el país no debe de ser pretexto para que el Estado mexicano evada su responsabilidad de garantizar la defensa de las garantías individuales.

Consideró imprescindible que el Estado mexicano demuestre voluntad política y evite la impunidad de este doloroso suceso y garantice medidas de no repetición.

Isidro Baldenegro, de la comunidad indígena Coloradas de la Virgen, municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, fue baleado el domingo pasado y murió la madrugada del lunes.

El activista defendió los bienes naturales de su comunidad, saqueados desde hace más de 30 años por caciques mestizos coludidos con empresas madereras y el narcotráfico, denunció la Red TDT.

Además, Isidro Baldenegro, de 51 años de edad, fue condecorado en 2005 con el prestigioso Premio Goldman, considerado el Nobel de los activistas ambientales, galardón que también recibió la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado en su país.