El operativo Mochila Segura fue reforzado en las primeras horas de ayer en las más de 8 mil escuelas públicas y privadas de la Ciudad de México, con la presencia de 12 mil policías de distintos agrupamientos en las 16 delegaciones políticas de la capital.

Hiram Almeida Estrada, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local, puso en marcha esta acción en la Secundaria 14 Jorge Quijano, ubicada en la calle Doctor Río de la Loza, de la colonia Doctores, donde algunos padres de familia agradecieron la revisión de la mochila y otros cuestionaron el despliegue de elementos policiacos en las escuelas sólo cuando sucede una tragedia, como la ocurrida en un colegio de Monterrey, Nuevo León, el miércoles pasado.

El funcionario dijo que se pondrá énfasis en que los alumnos no entren con objetos que puedan ser utilizados para agredir, como armas u objetos punzocortantes, ni sustancias tóxicas.

De hecho, tras la revisión a la entrada de los alumnos de esta secundaria, a uno le fueron retiradas unas tijeras que llevaba en su mochila.

Además de esta acción preventiva, que se aplica de manera permanente en diferentes escuelas, se retroalimenta a los alumnos con pláticas de cultura de la legalidad, las cuales consisten en enseñar las causas y consecuencias de las agresiones que pudieran generar con el uso de armas de fuego, así como fijar normas y fomentar valores éticos en ellos, explicó Almeida Estrada.

La aplicación del programa Mochila Segura se repitió en escuelas de toda la ciudad, lo que generó beneplácito entre algunos padres de familia que acudían a dejar a sus hijos, y en otros temor al ver al menos una patrulla en la mayor parte de los planteles educativos.

Este programa se inició en la gestión de Andrés Manuel López Obrador, cuando el 24 mayo de 2001 un alumno de 15 años se disparó en la cabeza con un revólver calibre 22 dentro de un salón de clases en la Escuela Secundaria Diurna 163 Francisco Javier Mina, ubicada en el Eje 5 Sur Leyes de Reforma y Guerra de Reforma, de la colonia Leyes de Reforma, en la delegación Iztapalapa.

El entonces titular de la demarcación René Arce puso en marcha este operativo en todas las escuelas de la zona, lo que en un principio provocó reacciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

En mayo de 2004 el programa se reactivó en toda la ciudad, luego de que en una secundaria privada de Iztapalapa una alumna de 13 años murió de un disparo en la cabeza cuando a un compañero de clases que llevaba un revólver 380, se le disparó mientras lo mostraba a otro alumno.

En agosto de ese año, la SSP creó la Unidad de Seguridad Escolar para resguardar los planteles educativos e inhibir la venta de droga.