Causa problemas mentales, de conducta y aprendizaje, e incluso discapacidad física
Martes 17 de enero de 2017, p. 2
Madrid.
Un estudio del Centro de Adicción y Salud Mental de Canadá ofrece las primeras estimaciones a escala mundial del número de mujeres que beben alcohol durante el embarazo, en torno a 10 por ciento, y muestra cómo cada año unos 119 mil niños nacen con síndrome de alcoholismo fetal fruto de este consumo, según los datos publicados en The Lancet Global Health.
El trabajo muestra amplias diferencias entre regiones y países ya que en algunos se estima que más de 45 por ciento beben alcohol durante el embarazo. En otros, como Canadá, donde hay indicaciones clínicas en favor de la abstinencia durante el periodo de gestación, se estima que pese a todo 10 por ciento de las mujeres siguen bebiendo.
Las consecuencias más graves de este consumo es que casi 15 de cada 10 mil personas en todo el mundo sufre un trastorno de alcoholismo fetal, que se caracteriza por problemas mentales, conducta y aprendizaje, e incluso por discapacidades físicas.
La estimación se realizó a partir de revisiones exhaustivas de la literatura médica y análisis estadísticos, y buscan ayudar a los países a planificar iniciativas y políticas de salud pública, como sistemas de vigilancia y mejores programas educativos sobre los riesgos del consumo de alcohol durante el embarazo.
Los cinco países con mayor consumo de alcohol durante el embarazo estaban en Europa y eran Rusia, Reino Unido, Dinamarca, Bielorrusia e Irlanda. Y como región, Europa también fue la que tuvo mayor prevalencia, 2.6 más que la media mundial.
Los niveles más bajos de consumo de alcohol durante el embarazo y síndrome de alcoholismo fetal, en cambio, se encontraron en las regiones del Mediterráneo oriental y el sudeste asiático.
No todas las mujeres que beben durante el embarazo tendrán un hijo con este trastorno; se estima que sólo afectará a los bebés de una de cada 67 madres bebedoras, ha asegurado Svetlana Popova, principal autora de este trabajo. No obstante, admite que esta cifra es muy conserva- dora y no incluye otros tipos de trastornos que también pueden estar vinculados al consumo §e alcohol.
Aunque está bien establecido que el alcohol puede dañar cualquier órgano o sistema del feto durante su desarrollo, particularmente el cerebro, todavía no se sabe exactamente qué hace a un feto más susceptible, en términos de cantidad o frecuencia del consumo durante el embarazo, ya que también podrían influir otros factores como la genética, el estrés, el tabaquismo y la nutrición. Por ello, Popova insiste en que lo más seguro es abstenerse por completo de consumir alcohol durante todo el embarazo
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