El titular de la Secretaría de Obras y Servicios, Édgar Tungüí, anunció el inicio de la construcción del Hospital General de Cuajimalpa –que remplazará al Materno Infantil que se incendió hace casi dos años–, con un costo de 289 millones de pesos, que se estima concluir en febrero del próximo año.

Con máquinas retroexcavadoras se realiza el retiro de la maleza, el despalme del terreno y su nivelación, tareas que durarán alrededor de dos semanas y después comenzarán los trabajos de cimentación, señaló.

Dijo que antes se realizó un estudio geotécnico, que permitió conocer las características físicas del terreno y el subsuelo para determinar el tipo de cimentación.

El funcionario explicó en entrevista que se adquirió un terreno aledaño al predio original, a fin de contar con la superficie necesaria para la habilitación de un nosocomio con cuatro especialidades básicas, como medicina interna, cirugía general, ginecología y obstetricia, y pediatría.

El hospital contará con cuatro niveles con capacidad para 72 camas censables; además será habilitado un helipuerto para traslados de emergencia, todo en un predio de casi 10 mil metros cuadrados, ubicado en la colonia Contadero.

La instrucción del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, es edificar este inmueble para beneficio de las zonas marginadas del poniente de la Ciudad de México, el cual contará con arquitectura sustentable y elementos de accesibilidad universal.

Comentó que entre ellos está una planta de tratamiento de agua, celdas solares y captación de aguas pluviales; espacios con accesibilidad universal con rampas de acceso y cajones de estacionamiento para personas con discapacidad.

De acuerdo con el contrato para esta obra, la construcción tendrá una duración de 12 meses y será entregado a la Secretaría de Salud capitalina, que se encargará de su equipamiento, indicó.

En una primera intervención en el terreno, luego de la explosión ocurrida el 29 de diciembre, causada por una fuga de gas de un camión que abastecía el hospital, se trabajó en el retiro de 5 mil 160 toneladas de escombro.

Asimismo, se quitaron 556 toneladas de desechos ferrosos y se realizó la recolección de 48 toneladas de basura, y con esta nueva obra se busca crear un inmueble de calidad, en una de las zonas marginadas de la Ciudad de México, puntualizó.