La pelea entre Saúl Canelo Álvarez y Julio César Chávez junior se concretó después de intensas negociaciones. Un duelo en el que se definirá quién es el representante más popular y con prestigio del boxeo mexicano el próximo 6 de mayo.

Chávez junior cedió en muchas condiciones, según un reporte de la cadena ESPN, e incluso siente que tiene todo en contra. Entre otras cosas, la presión de dar el peso pactado en 164.5 libras, pues en caso de excederse será penalizado con un millón de dólares por cada libra de más.

“Al final de cuentas cedí en todo, hay revancha, un millón de dólares por cada libra, la revancha tiene porcentajes puestos, el peso puesto en la revancha (…) pero no importa, arriba del ring vamos a estar solos yo y él, nadie le va a ayudar”, dijo a ESPN.

El duelo, que parecía imposible de concretar, ha generado demasiadas expectativas desde que se retomó como una posibilidad. El anuncio oficial fue un suceso, además de que ambos peleadores han calentado el ambiente con una guerra en redes sociales.

Ayer, Chávez atizó de nuevo al pelirrojo con una publicación en la que le advierte que lo vencerá: Me caes bien, pero te voy a ganar, escúchalo bien.

El presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, dijo que ambos peleadores se jugarán la batuta del boxeo mexicano y el orgullo, en una contienda en la que ambos arriesgan mucho.

Se están jugando no la pelea y ver quién gana, se están jugando la representación de ser el que lleve la batuta del boxeo mexicano, se están jugando el orgullo, porque después de la pelea cada quien va a rendir cuentas, hay demasiado de por medio, expresó.

El titular del organismo, quien en semanas previas había manifestado la posibilidad de poner en la contienda un cinturón especial del CMB, aplaudió que ambos se hayan decidido a firmar para la función del 6 de mayo.

El hecho de que se dé hay que celebrarlo y apoyar a cien por ciento; son dos mexicanos que van a poner en alto al país y al boxeo en una fecha muy especial. El boxeo necesita una función importante como ésta y a mí me da gusto que hayan decidido sacrificar lo que cada uno va a sacrificar, uno baja de peso y otro sube, comentó.

Esa situación podría ser determinante para la batalla pactada en las 164.5 libras, pues el Canelo tendrá que subir y el junior, quien no tuvo problemas en diciembre para pesar 168, tendrá que bajar un poco más, pero cuando suene la campana se van a resolver muchas incógnitas.