Julieta Ocampo Caire, de cuatro meses de edad, murió el pasado 15 de noviembre de asfixia por sofocación, reportó la necropsia practicada por el Instituto de Ciencias Forenses ante la denuncia interpuesta por los padres de la menor, debido a una presunta negligencia en la guardería Babies Gym, ubicada en la delegación Iztapalapa.

La muerte ocurrió en la estancia infantil y, pese a que la pequeña no reportaba signos vitales, fue trasladada por elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) al hospital pediátrico de Iztapalapa, donde al ser ingresada se solicitó emitir la notificación médico-legal, porque la pequeña fue recibida sin vida.

Las maestras de la guardería, que opera con registro de la Secretaría de Educación Pública, aseguraron que nadie supo lo que sucedió, pese a que la niña padecía reflujo y debía tener atención especial.

Los hechos

Carolina Caire, madre de la pequeña, relató que el 15 de noviembre de 2016, a las 11:26 horas, recibió una llamada: Me dicen que Julieta no reacciona y que debo ir a la guardería. Recordó que tardó 10 minutos en llegar. Encuentro a mi bebé recostada en una colchoneta sobre el piso y junto a ella una profesora que sólo la miraba.

Las cuidadoras le piden a la madre autorización para llamar al médico; Carolina responde que sí, que debieron llamarlo de inmediato. Trató de apoyar a su pequeña con la técnica de resucitación, incluso le dio respiración sin que respondiera.

Le pregunto a miss Paola qué pasó, qué si la dejaron con la cabeza tapada y me respondió que estaba normal.

Indicó que llegaron los médicos de primer contacto, pero le dijeron que la bebé no tenía pulso, por lo que no podía ser trasladada. Ella súplicó que ayudaran a Julieta, que la llevaran a un hospital. Los paramédicos del ERUM insistieron en que no respondía, pero la subieron a la ambulancia y la trasladaron al referido nosocomio, donde se confirmó la muerte de la menor.

La directora técnica de prescolar declaró ante el Ministerio Público que un paramédico reportó que la niña tenía signos vitales y que debía ser trasladada con urgencia. Sin embargo, Carolina señaló lo contrario y lo sustentó con las declaraciones ministeriales de los rescatistas, en las cuales aseguran que la niña nunca respondió.

Dos meses de lo ocurrido, la estancia fue clausurada por la Secretaría de Salud local por otras anomalías.

El pasado viernes los padres cerraron la avenida para evitar que sea reabierta y solicitaron al Gobierno de la Ciudad de México regular las guarderías privadas que operan sin control.