María del Rosario Espinoza admite que vienen momentos complicados en el país y en el deporte nos pegará por la situación económica; sin embargo, eso no significa bajar la guardia, ya que, dijo, ella hará lo que le corresponde, que es poner en alto el nombre de México como lo ha venido haciendo desde hace más de 15 años.

La triple medallista olímpica prefiere fijar su atención en lo que sabe hacer en el taekwondo; concentrarme y apegarme a mis entrenamientos, para comenzar y mantener su puesto en la selección nacional, como lo hace cada vez que comienza un ciclo, porque nadie tiene seguro el lugar.

Para la sinaloense de 29 años todo empieza de cero, aunque esta vez será diferente a los procesos anteriores. Ha decidido que 2017 lo tomará tranquilo y sólo estará en dos o tres competencias, incluido el Mundial en Muju, Corea del Sur, en agosto, al que asistirán 130 países.

Espinoza se encuentra en Querétaro, donde se disputa el Campeonato Nacional de la especialidad. Está motivada, ya que pasó casi un mes con su familia en su natal Sinaloa y lo disfruto compensando todos esos meses de ausencia desde que se vino a radicar a la Ciudad de México.

Este año quiere disfrutarlo bien y dará prioridad a las señales que le mande su cuerpo, que también le ha cobrado factura de tantas patadas y caídas al paso del tiempo.

El mejor antídoto será el cuidado físico y para eso cuenta con el apoyo de su grupo multidisciplinario, uno de los más completos con una de las federaciones que terminó 2016 entre las ocho mejores del orbe por los resultados de sus representados.

A María le satisface que se reconozca el taekwondo mexicano en el ámbito mundial. No por nada es una de las líderes en su división superior de 67 kilogramos y la máxima deportista del país con tres preseas olímpicas (oro, bronce y plata) en tres diferentes justas: Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016, respectivamente.

También tiene otros planes y son personales, como terminar sus estudios de administración y aterrizar lo que será su primera academia de taekwondo, la cual por mis compromisos no se concretaba, pero ahora tendrá tiempo suficiente para atender el proyecto, ya que todavía mantiene en suspenso si terminará sus cuartos Juegos Olímpicos en Tokio 2020, donde los expertos la ven con otra presea y yo no me voy a desesperar.