El soberano de México se pone de pie
as combativas movilizaciones realizadas desde el primer día del año en el territorio nacional son producto inmediato del gasolinazo impuesto por el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero también una reacción ante distintos agravios de las autoridades al pueblo mexicano.
Miles y miles de mujeres y hombres de distintas ideologías y filiaciones partidistas han hegemonizado claramente las redes sociales y, lo que es más importante, se han movilizado sin la convocatoria o mediación de ningún partido, impulsado acciones diversas y planteado una agenda igualmente variada, lo que debería ser reconocido por todas las autoridades como una expresión legítima del único depositario de la soberanía nacional: el pueblo.
Ante la dimensión de la movilización en las calles y de la opinión pública, las autoridades sólo han emitido un argumento: la creciente importación de combustibles en un entorno internacional donde los precios cambian al ritmo del petróleo, debido a lo cual debemos aguantar estoicamente el gasolinazo y el alud de aumentos de precios asociados a esa decisión del mercado
.
Pero resulta que información oficial del mercado de gasolinas de Houston refuta el argumento oficial, al señalar que el precio de la gasolina importada por México en los 12 meses recientes ha sido el más bajo en años; de ello se deduce que aun dentro del marco conceptual del gobierno no existe razón válida para justificar el golpe a la economía popular. Y menos se justifica si atendemos al ínfimo nivel de ingresos de la mayoría de las familias mexicanas.
Por otro lado, llama mucho la atención la retórica neoliberal a ultranza de funcionarios como el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, quien no cesa de apelar a las bondades del libre funcionamiento del mercado
, en momentos en que el propio presidente electo de Estados Unidos sabotea ese concepto amenazando a los inversionistas que piensan en nuestro país para hacer negocios.