Jueves 12 de enero de 2017, p. 26
Cuernavaca, Mor.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos entregó ayer los restos de María Dolores Juárez Cárdenas a sus familiares, quienes la buscaron durante tres años y 10 meses después de que desapareció.
Juárez Cárdenas fue vista por última vez el 31 de marzo de 2013 en el estado de México. Ese mismo día fue localizada sin vida en Cuautla, Morelos. El cuerpo permaneció un año en el servicio médico forense, pero al no ser identificada, trabajadores de la FGE la enterraron ilegalmente en una las dos fosas clandestinas que la dependencia tenía en el poblado de Tetelcingo, municipio de Cuautla, lo que impidió su localización.
En diciembre de 2014, María Hernández denunció la existencia de esas fosas después de que las propias autoridades la llevaron a exhumar los restos de su hijo, Oliver Navarrete Hernández, que fueron inhumados allí a pesar de que estaban plenamente identificados y habían sido reclamados.
Hernández y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos lucharon por que el gobierno estatal abriera las fosas, lo que se logró a finales de mayo y principios de junio de 2016, cuando se exhumaron 117 cuerpos.
Roberto Villanueva, coordinador del Programa de Atención a Víctimas de la UAEM, narró que la Procuraduría General de la República confirmó la identidad del cadáver tras comparar muestras de ADN de los cuerpos inhumados en Tetelcingo junto con el Comité de Identificación Forense de la UAEM.
El cuerpo de Juárez Cárdenas fue llevado a la Fiscalía Regional Oriente, en Cuautla, donde ayer fue entregado a su viudo, Rodrigo Martínez, a un hermano de la víctima y a sus hijos, quienes llevarán los restos al estado de México.
Villanueva dijo que la procuraduría del estado de México tendrá que aclarar qué hizo para localizar el cuerpo, y la de Morelos por qué lo levantó horas después de que se reportó la desaparición, sin notificarlo a su homóloga.