Tal vez el medallista olímpico Misael Rodríguez no tenga la mejor técnica para debutar como profesional, dice con naturalidad el tricampeón Abner Mares, quien será mánager del joven de 20 años que regresó el boxeo mexicano al podio. Incluso –recuerda–, era el que menos pensaban que ganara un metal del equipo que viajó a Río de Janeiro 2016.

Misael, sin embargo, logró bronce, la primera presea de la delegación nacional en Río y la primera para el boxeo tricolor después de 16 años.

No tiene la mejor técnica, es cierto, pero tiene corazón y coraje, además de carisma, que es algo muy importante para triunfar en el boxeo profesional, expone Mares, quien apenas en diciembre de 2016 recuperó el título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo.

Abner, competidor mexicano en Atenas 2004, ya había contactado a los boxeadores que asistieron a los Juegos Olímpicos de Brasil. Cuando el equipo cobró notoriedad al salir a pedir dinero en el transporte público para acudir a un torneo en Dubai, el campeón cuenta que les brindó su apoyo y les ofreció facilidades para que entrenaran con él en Los Ángeles, su lugar de residencia.

Yo les vi potencial, pero lo que me gustó de Misael es que nunca titubeó cuando compitió en Río. Creo que tiene facultades para hacer una gran carrera profesional, es frontal, mete el cuerpo y tiene mucho valor, analiza Mares.

El mánager es mesurado en las expectativas que tiene sobre Misael. No se trata –advierte– de un peleador indescriptible, como el ucranio Vasyl Lomachenko, quien con apenas un par de peleas ganó el campeonato del orbe de la Organización Mundial de Boxeo y desde entonces nadie lo ha podido desplazar.

Misael empezó tarde en el boxeo, admite Mares. Si un peleador empieza, normalmente, a los siete u ocho años, Misael empezó a boxear a los 15, pero eso me emociona, porque le hace falta mucho, pero empezar una carrera profesional significa empezar desde cero.

Para pulir la técnica y conducir este inicio, trabajarán con el entrenador Robert García, quien ha preparado a boxeadores como Brandon Ríos, Nonito Donaire, Julio César Chávez júnior y el propio Mares.

Estoy seguro de que llegará muy lejos, pero debemos llevar su carrera con calma, sin apresurarnos, advierte. Creo que lo que me conectó con Misael fue que yo conozco bien el camino del boxeo olímpico al profesional; además, está en una división muy interesante (peso medio), que es de las mejor pagadas.

Mares ha hecho un cálculo de las ventajas del joven debutante. Entre otras cualidades, tiene el prestigio que le otorga ser medallista olímpico. Todo debe aprovecharse en este negocio. Si tiene una medalla, eso funciona en su carrera profesional.

Mientras fraguan su debut para marzo próximo, Mares también gana experiencia como manejador. Recuperar el campeonato del mundo en peso pluma le abrió un haz de opciones, pero el tapatío piensa más allá de una próxima defensa.

Estoy en dos terrenos a la vez porque puedo, soy campeón del mundo, pero también estoy incursionando en un negocio en el que seguramente seguiré.