uego de un vacío gubernamental de dos semanas, el presidente Peña Nieto regresó de sus vacaciones y se encontró con la creciente inconformidad ciudadana por el aumento del precio de los hidrocarburos y la electricidad. Anuncia dos cambios en el gabinete. Su fiel Luis Videgaray llevará las riendas de la política exterior. El nuevo canciller reconoce que llega a aprender. Miguel Barbosa, coordinador de la bancada del PRD en el Senado, sostiene que Videgaray es un proyanqui y su designación, palomeada por Donald Trump
. No es la primera vez que un importante funcionario reconoce no saber de los asuntos que le encarga el Presidente. Como el ex gobernador de Jalisco Alberto Cárdenas, a quien el señor Fox nombró titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
También hay nueva secretaria de Cultura. Los colaboradores y favorecidos de quien Peña Nieto calificó digno sucesor de Ignacio Manuel Altamirano, José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet, aplauden la designación de María Cristina García Cepeda. Era fiel colaboradora de Tovar y de Teresa y por eso llevará a buen puerto el proyecto cultural del sexenio. Fallaron los pronósticos de los columnistas políticos que colocaban en ese cargo a Claudia Ruiz Massieu, al ser desplazada de mala manera de Relaciones Exteriores. Aseguran que no aceptó irse a una dependencia que a más de un año de creada no termina de conformarse y sufre severo recorte presupuestal. Ni siquiera tiene titular de las subsecretarías de Desarrollo Cultural y de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura, en un país que cada vez compra y lee menos libros, donde se cierran librerías y las bibliotecas carecen de lo indispensable.
Cambios en el gabinete cuando la moneda más depreciada es la mexicana, la deuda del sector público y el privado es la más alta de la historia, 2016 cuando más coches se vendieron en el país (casi 19 por ciento más que el año anterior) y el señor Trump no espera a ocupar la Casa Blanca para decirle al mundo el rumbo que tomará su gobierno en economía, armas nucleares, tratados de libre comercio y el muro con su vecino del sur.
En tanto, más de mil los establecimientos son saqueados por grupos de vándalos
, afirman los dirigentes de las tiendas de autoservicio. Hay más de 200 detenidos en diversas partes del país por los daños cometidos al comercio. El gobierno anuncia sanciones severas a los transportistas que impidan con sus unidades la libre circulación por las carreteras o el acceso a las estaciones de abastecimiento de Pemex. La dirigencia del PRI acusa al PRD y a López Obrador de aprovechar la inconformidad ciudadana a través de la mentira y el desorden social
. En contrario, el ex canciller Jorge Castañeda escribe en El Financiero no creer que López Obrador tenga la capacidad ni la voluntad de incendiar al país
; pero entre los integrantes del PRI puede existir una tentación seria de crear problemas para resolverlos, al estilo de Luis Echeverría en 1968 o de Manuel Camacho entre 1988 y 1994 y venderle cara la solución al presidente en turno
.
Los funcionarios se deshacen en explicar que, para evitar un mayor daño social y económico al pueblo mexicano, fue inevitable aumentar el precio de los combustibles, aprobado por los legisladores federales el año pasado. Pero ocultan el origen del problema: el saqueo fiscal cometido contra Pemex, la corrupción que allí campea, el abandono de las refinerías y cómo las prometidas nunca se construyeron. ¿Qué otra cosa podía haber hecho para evitar esos aumentos?, pregunta Peña Nieto. Mucho: con políticas públicas en favor de la mayoría y no del gran capital; combatiendo el despilfarro oficial, la corrupción, los sobornos a funcionarios; reduciendo los escandalosos salarios, prestaciones y gastos de congresistas, secretarios de Estado, Suprema Corte de Justicia, Presidencia de la República, Instituto Nacional Electoral. A todos ellos la ciudadanía les paga gasolina, choferes y guaruras.
Y mientras la casa de Bolsa Finamex anuncia para mediados de febrero un nuevo aumento de 8 por ciento a las gasolinas y se desata la inflación, Peña Nieto desea a todos los mexicanos un feliz y próspero 2017.