Sao Paulo.

El Chapecoense comenzó ayer su nueva vida después de la tragedia área que destrozó al equipo en noviembre pasado, con la presentación de sus refuerzos, junto a los que estuvo el superviviente Neto, antes de realizar el primer entrenamiento de la pretemporada.

Tras más de un mes de luto, el vestidor del modesto club de Santa Catarina volvió a llenarse de jugadores en el regreso del futbol al Arena Condá. Ataviados con uniforme azul y verde, los nuevos fichajes posaron junto a varios jugadores de las categorías de base que reforzarán el plantel que ahora dirige Vagner Mancini.

Iniciamos un nuevo camino que se reviste de esperanza, optimismo, determinación, lucha y mucha solidaridad. Especialmente entre los señores que serán los representantes de nuestros guerreros a partir de este momento, afirmó el presidente del club, Plinio David De Nes Filho.

El momento más emotivo de la mañana llegó con la visita del zaguero Neto, quien todavía en recuperación y apoyándose con muletas, volvió por primera vez al vestuario del que salió junto a sus compañeros para disputar la inédita final de la Copa Sudamericana.

El jugador de 31 años fue uno de los seis pasajeros que sobrevivieron a la tragedia del 28 de noviembre, cuando el avión que trasportaba a la delegación del equipo revelación del continente se estrelló en las montañas de Medellín.

Murieron 71 personas, entre ellas 19 futbolistas y 24 miembros del club, incluidos el entrenador y el presidente, además de 20 periodistas.

Pese a las muestras de solidaridad que siguieron a la tragedia, el Chapecoense ha sido cauto a la hora de anunciar los fichajes para su reconstrucción, acelerada por el exigente calendario del balompié brasileño.

Junto a los cinco refuerzos ya amarrados, en ese acto estuvieron jugadores que todavía no han sido presentados por estar ultimando detalles de sus contratos con el equipo, que prevé la llegada de una veintena de jugadores.

El nuevo Chapecoense debutará el 21 de enero en un partido amistoso contra el Palmeiras en el Arena Condá, antes de volver a la competición cinco días después frente al Joinville, en el inicio de la Primeira Liga, torneo regional con clubes del sur de Brasil y Río de Janeiro.

Declarado campeón de la Copa Sudamericana, el equipo brasileño disputará este año la Copa Libertadores y la Recopa continental.