Hay mejores maneras de apoyar a los más pobres
, sostiene
Viernes 30 de diciembre de 2016, p. 3
El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, descartó que el incremento en el precio de las gasolinas vaya a tener un impacto inflacionario en la economía mexicana y aseguró que haber mantenido el precio constante hubiera implicado mayores recortes al gasto público, más deuda o mayores impuestos.
“El año pasado el costo de las gasolinas en el mundo se incrementó 24.5 por ciento –en México sólo 3– y esto no tuvo un proceso desordenado en la formación de precios en el mundo, no tendría porqué tenerlo en México”, comentó la mañana de este jueves.
El funcionario agregó que a diferencia de cuando el gobierno decidía los precios, y éstos siempre subían, ahora se van a ajustar al alza y a la baja, lo que atenuará su impacto sobre los precios.
Lo que nosotros pensamos es que si acaso pudiera haber un ajuste de una sola vez que se irá difuminando en el tiempo, se irá atenuando y que nos ubica en lo que vemos en todas partes del mundo, donde reconocer los costos no se traduce en un proceso de formación de precios desordenado ni en un proceso inflacionario
, insistió.
En entrevista radiofónica en el espacio de Ciro Gómez Leyva, Meade aseguró que haber mantenido bajo el precio de la gasolina de manera artificial hubiera implicado o más impuestos, más deuda o mayores recorte al gasto público.
Sólo para ponerlo en perspectiva si hubiéramos mantenido el precio constante, lo que hubiéramos tenido que apoyar al precio de la gasolina era el equivalente a la mitad de todo lo que gasta el IMSS en un año. Era el equivalente de casi 4 veces o cinco el presupuesto de la universidad. Sólo mantenerlo durante 10 días era equivalente a lo que gastamos en todo el programa de abasto de leche social o lo que gastamos en Liconsa
, explicó.
Existen mejores maneras de apoyar a los más pobres que manteniendo artificialmente el precio de los combustibles, pues sostuvo que en México se consumen 190 millones de litros de gasolina diarios, pero de esos, menos de 9 millones los consumen los tres deciles más bajos.