Buenos Aires.

La histórica Plaza de Mayo fue el escenario donde miles de manifestantes recordaron este martes a las víctimas del estallido social conocido como el argentinazo, rebelión popular que entre el 19 y el 20 de diciembre de 2001 reunió a diversos sectores sociales y derivó en la renuncia y virtual huida en helicóptero desde la casa de gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa ante la crisis económico-social más fuerte en la historia de Argentina.

Al comparar algunos aspectos de la situación que vive el país, a poco más de un año de la asunción del presidente derechista Mauricio Macri, este martes se marchó también contra el ajuste, los despidos, la inflación, los aumentos que debilitaron el salario y las injusticias de la administración actual.

En Rosario, provincia de Santa Fe, la marcha fue gigantesca porque ahí, en 2001, se dieron escenas de extrema violencia, como sucedió en Buenos Aires con la represión brutal que dejó 39 muertos, muchos heridos y otro tanto de detenidos. En Santa Fe, el diciembre negro causó la muerte de nueve personas.

En esos momentos había tal precariedad que se recurrió al trueque ante la falta de dinero. El desempleo llegaba a 60 por ciento en la mayoría de las provincias y a más de 30 por ciento en esta capital. Cerrados los bancos, establecido un corralito que impedía sacar dinero, incluidos los salarios, el argentinazo fue el más duro ejemplo de lo que significó el noeliberalismo sin anestesia que impuso el Fondo Monetario Internacional.

De la Rúa gobernó desde diciembre de 1999, sólo dos años, y su posición se agravó después de haber incorporado a Domingo Cavallo como ministro de Economía, cargo con el que había llevado al desastre al país en la presidencia de Carlos Menem (1989-1999). Precisamente este martes, Cavallo, quien apoya a Macri, en declaraciones que irritaron aún más a los que protestaban en las calles, sostuvo que deberían hacerle un monumento por haber jugado su prestigio para salvar al país en 2001, y añadió que fue el ministro más popular y querido. No recordó que se fue corrido por una multitud enardecida.

Otra declaración que causó indignación fue la del ex presidente De la Rúa, quien también apoya a Macri, y atribuyó la caída de su gobierno a una conspiración del Partido Justicialista, el sindicalismo y el empresariado, y acusó al radicalismo de haberlo abandonado.

No recordó que a últimas horas del 19 de diciembre de 2001 impuso el estado de sitio y provocó la indignación popular.

Que se vayan todos, gritaron entonces los rebelados, pero buena cantidad de funcionarios de aquellos días están hoy en el gabinete de Macri.

Hubo réplicas de esta marcha en todo el país, donde se compara la situación con lo que se ocurre en estos momentos, ante el absoluto incumplimiento de las propuestas electorales de Macri, cuando ya en algunos lugares ha regresado el trueque, hay decenas de familias viviendo en las calles, y nada indica que en los próximos meses se produzcan cambios que favorezcan a la población.