Durante los seis meses en que se han inspeccionado los verificentros de la megalópolis se multó a 67 establecimientos con alrededor de 50 millones de pesos, señaló Arturo Rodríguez Abitia, subprocurador de Inspección Industrial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En conferencia de prensa, explicó que se detectó algún tipo de irregularidad en la mayoría de los 373 verificentros en operación, tanto en vehículos particulares como en los de transporte de carga, en el estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla, ya que tan sólo 16 por ciento operaban sin problemas y 5 por ciento estaban cerrados. Los de Morelos no se visitaron debido a que en ese periodo no funcionaron, adujo.

Consideró que la inspección de los equipos reduce los espacios de corrupción, al evitar que se les manipule. La actuación sobre la vigilancia de los equipos tiene un efecto sobre la potencial corrupción que puede existir en un verificentro; aunque no la elimina por completo, contribuye a reducir el espacio para ella, dijo.

Al presentar un balance sobre las inspecciones que la Profepa comenzó en julio, al momento en que entró en vigor la norma emergente 167 de verificación vehicular en las entidades que forman parte de la megalópolis, dijo que se determinó verificar que contaran con los certificados de calibración que incluyen el funcionamiento de los analizadores de gases, opacímetros, dinamómetros y las estaciones meteorológicas, así como la trazabilidad de gases. Es decir, los equipos que se utilizan para las pruebas vehiculares de emisiones de gases.

En las inspecciones se detectaron irregularidades en esos rubros, que llevaron a la clausura en 44 por ciento de las líneas o carriles donde se realizan las pruebas en centros de verificación. Las fallas se encontraron en todos esos sistemas con los que se realizan las pruebas, y además hubo incumplimiento de las especificaciones del tipo de equipo.

Detalló que participaron 51 inspectores que encontraron 42 verificentros de Morelos sin funcionar; que algunos estaban cerrados para no recibir sanciones; falta de estándares y protocolos de calibración para gases y en los dinamómetros, además de la inexistencia de laboratorios aprobados para calibrar los equipos.

En total, dijo, se determinó la suspensión de 387 líneas en 141 verificentros, de las cuales 276 ya han vuelto a funcionar, y ninguno fue cerrado en su totalidad. Es en la Ciudad de México, Hidalgo y Puebla, donde se ha multado a más establecimientos. Rodríguez Abitia explicó que, como la norma seguirá vigente, la Profepa mantiene sus obligaciones de inspección, las cuales continuarán el año próximo.

En relación con la industria automotriz y con la existencia de vehículos que no cuentan con el sistema de diagnóstico a bordo, agregó que hay algunos casos de excepción; sin embargo, desde 2006, la primera debe cumplir con la NOM 042, que obliga a la instalación de este dispositivo en los automóviles.

La norma emergente 167, agregó, se hará compatible con todas las demás que pueda afectar; entre ellas la 042, en la que no se define con precisión el tipo de sistema de diagnóstico a bordo que deben tener los automóviles, y en este proyecto es en el que se debe trabajar.