PAN, PRD y Morena calificaron de tardía, una burla y una simulación, la decisión del PRI de expulsar de sus filas a Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, y suspender sus derechos a Roberto Borge, ex mandatario de Quintana Roo.

Fernando Rodríguez Doval, secretario de Comunicación del PAN, señaló que el PRI actúa de manera tardía. Desde hace 10 años se sabe de los vínculos de Yarrington con el crimen organizado, y hasta ahora que ya no lo necesitan lo sacan del partido.

Lo mismo pasó con el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte, destacó y recordó que los dos ex mandatarios son prófugos de la justicia y el gobierno no ha dado muestras de querer atraparlos.

Añadió que el PRI no expulsa a los Moreira, quienes estarían involucrados en un desfalco a las finanzas de Coahuila, y no lo hace porque los necesita de operadores políticos en los comicios del próximo año.

Emiliano Álvarez, diputado de Morena, estimó que con esta decisión el PRI “se quiere lavar la cara, ya que la tiene muy manchada de corrupción. Quieren hacer creer a la ciudadanía que están en contra de esa práctica, pero se trata de una medida tardía, pues la población se da cuenta de los hechos de corrupción en lo que está inmerso el tricolor”.

Ahí están los casos de Javier Duarte y de Humberto Moreira, ex mandatario de Coahuila, quien ahora busca una diputación, añadió.

La diputada Cristina Gaytán, del PRD, se refirió a la decisión priísta como una burla y una simulación. Expuso que el PRI sólo suspende a sus ex gobernadores cuando se ve acorralado y es más que evidente que cometieron irregularidades.

El tricolor, dijo, debería estar atendiendo todas las solicitudes de juicio político que se han presentado contra sus gobernadores y servidores públicos, pero en lugar de ello, les ha dado carpetazo. Hay por tanto una clara burla contra la ciudadanía, explicó.

Sólo defenestra a quienes ya no puede sacarles ningún beneficio, dijo.