La representación de dos agencias de Naciones Unidas en México recordaron a los gobernadores de Campeche y Yucatán, Alejandro Moreno Cárdenas y Rolando Zapata Bello, la necesidad de que todo proyecto incluya una perspectiva de derechos humanos y esté alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030).

En misión realizada a esas dos entidades, directivos de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) conocieron, entre otros temas, de los procesos de consulta previa, libre e informada a comunidades cuando se pretenda realizar un proyecto en sus territorios y comunidades.

Pero la misión, que se realizó los días 13 y 14 de diciembre, también respondió a la necesidad de impulsar el enfoque de desarrollo sustentable, que coincide con lo anunciado por los gobiernos de estos dos estados y el de Quintana Roo, informó ONU-DH, en un comunicado.

En la delegación diplomática participaron Jan Jarab, representante de la ONU-DH México y dos oficiales de derechos humanos de dicha agencia, además de Xavier Moya, del Programa de Manejo de Riesgos de Desastre Naturales, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Así, durante esos dos días, los directivos de las agencias de la ONU se reunieron con los gobernadores de Campeche y Yucatán, quienes presentaron el recién firmado Acuerdo de Sustentabilidad de la Península de Yucatán.

Además, en dichas reuniones se dialogó sobre el derecho a la consulta y consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas en la región, particularmente en los casos de la siembra de soya transgénica en Campeche y los proyectos energéticos planificados para el futuro en Yucatán.

Asimismo, los miembros de la misión se reunieron con integrantes de las comunidades mayas involucradas en el proceso de consulta en el estado de Campeche, de quienes recibieron información sobre violaciones al derecho al medio ambiente sano y el derecho al agua, causadas por la deforestación, por el uso intensivo de agroquímicos y por la existencia de pozos ilegales de absorción, mismos que fueron observados durante varios recorridos.