Con ocho años de retraso y 17 de preparación, se invirtieron más de 10 mil millones de euros
En 2020 se espera que opere a su máxima capacidad; bajará el tiempo y ampliará el alcance de localización
Proyecto civil de gran importancia estratégica y comercial para el continente
Miércoles 14 de diciembre de 2016, p. 2
París.
Diecisiete años y más de 10 mil millones de euros después, Europa lanzará este jueves su sistema de navegación Galileo, con el que pretende competir con el Sistema Global de Posicionamiento (GPS, por sus siglas en inglés) estadunidense. Los primeros servicios, disponibles en todo el mundo, sólo podrán ser utilizados en los pocos dispositivos equipados con microchips compatibles con Galileo.
Aunque, según la portavoz de la Comisión Europea, Mirna Talko, varios fabricantes de smartphones ya están haciendo circuitos integrados adaptados al nuevo sistema de navegación.
Será la primera vez que los usuarios de todo el mundo podrán ser guiados por los satélites Galileo
, dice Lucia Caudet, de la Comisión Europea, que financia el proyecto.
Un poco débil al principio, la señal será amplificada con la ayuda del sistema estadunidense GPS, y crecerá poco a poco a medida que se añadan satélites a los 18 de la red Galileo que orbitan a 23 mil 222 kilómetros de la Tierra.
Según sus orgullosos padres, la Comisión y la Agencia Espacial Europea (ESA), Galileo debería ser plenamente operativo a partir de 2020. Entonces brindará información de posicionamiento con precisión sin precedente.
El GPS permite a un tren saber en qué área está. Galileo le permitirá identificar en qué carril se encuentra
, asegura Jean-Yves Le Gall, presidente de la agencia espacial francesa, uno de los 22 miembros de la ESA.
Dicha precisión también se podrá aprovechar para lograr coches sin conductor y centrales nucleares más seguras, así como mejores telecomunicaciones.
Galileo, un proyecto civil, también tiene una gran importancia estratégica para Europa, que depende hasta el momento de dos sistemas controlados por militares, el GPS estadunidense y el ruso Glonass, que no garantizan servicio ininterrumpido.
El sistema europeo es compatible con los demás, pero también es plenamente autónomo. Será provechoso si hay un conflicto o disputas... susceptible de llevar a Estados Unidos a limitar el GPS
, explica George Abbey, de la Universidad Rice, de Houston.
Contratiempos
El proyecto fue aprobado con un presupuesto inicial de 3 mil millones de euros y un plazo que preveía su lanzamiento en 2008. Pero sufrió varios contratiempos técnicos y presupuestarios, incluida la colocación de dos satélites en una órbita equivocada en 2014.
La Comisión Europea espera, no obstante, que acabe siendo una importante empresa comercial.
Se calcula que 10 por ciento del PIB europeo depende de la navegación por satélite hoy día, cifra que debería alcanzar 30 por ciento en 2030. Hacia 2020, el mercado global de la navegación por satélite estará valorado en cerca de 244 mil millones de euros, según la Comisión.
El propio Galileo debería añadir 90 mil millones de euros a la economía de la Unión Europea en los próximos 20 años.
La precisión del sistema resulta del uso de los mejores relojes jamás enviados para la navegación –uno por satélite–, que sólo se retrasan un segundo en 3 millones de años. Un error de un milmillonésimo de segundo en un reloj puede significar un error de 30 centímetros en el posicionamiento.
Su señal permitirá, además, alcanzar áreas que actualmente no se pueden localizar: el interior de los túneles o algunas carreteras donde los altos edificios impiden que lleguen las ondas electromagnéticas de los satélites. Otra de las ventajas de Galileo será un servicio que permitirá a los socorristas localizar a gente perdida en el mar o en las montañas mucho más rápido que hasta la fecha.
Con la actual tecnología de navegación por satélite, se puede tardar hasta tres horas en encontrar a una persona en un área de 10 kilómetros.
Con el servicio Galileo de Búsqueda y Rescate, el tiempo de detección se reduce a 10 minutos y la ubicación se reduce a menos de cinco kilómetros
, asegura Caudet.