Con la designación, Wall Street amplía influencia en la creación de la política económica
El futuro integrante del gabinete estadunidense es el directivo de Goldman Sachs
Elección de hombres exitosos
es para que trabajen para el pueblo, señala el presidente electo
Sábado 10 de diciembre de 2016, p. 19
Nueva York.
Wall Street ampliará su influencia directa en la formulación de la política económica del presidente electo Donald Trump al anunciarse que Gary Cohn, presidente de Goldman Sachs, será el director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, mientras continúa la búsqueda de un encargado de la política exterior en la formación del nuevo gabinete.
Con Cohn sumándose a Steven Mnuchin, quien fue nombrado próximo secretario del Tesoro, Goldman Sachs tendrá amplia representación, después de que fue usada por Trump, durante su campaña electoral, como símbolo de la influencia corruptora elitista sobre el proceso político en Estados Unidos.
El gabinete tiene ahora varios millonarios de la élite en un gobierno encabezado por alguien que se presentó como populista y opositor de los “grandes intereses. Además de estos dos, Trump ya ha nombrado al inversionista multimillonario Wilbur Ross secretario de Comercio y a Todd Ricketts, heredero de la fortuna de la empresa Ameritrade y copropietario del equipo campeón de la Serie Mundial los Cachorros de Chicago, subsecretario de Comercio.
De hecho, el jueves Trump justificó la designación de tantos ricos en su gabinete (NBC News informó que los integrantes nombrados hasta la fecha tienen una riqueza combinada de 14.5 mil millones de dólares) argumentando que deseaba gente exitosa
, que ha ganado una fortuna
, para ponerla a trabajar para el pueblo. Ellos, dijo, están sacrificando sus grandes ingresos para ofrecer su servicio al país. Algunos expertos indican que, al conformarse por completo, podría ser el gabinete más rico en la historia del país.
Por otro lado, hoy el equipo de transición anunció que Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York y uno de los aliados más leales y feroces de Trump durante la campaña, ya no figura en la lista de posibles candidatos a secretario de Estado. Aunque en el comunicado fue elogiado por Trump, quien aseguró que seguirá dependiendo de su consejo y habrá un lugar importante
para él en su gobierno, y Giuliani expresó su compromiso con el presidente electo, todo indica que su deseo de ser jefe de la política exterior se estaba desvaneciendo. Aparentemente es el único puesto que quería, pues se había filtrado que se le ofreció la Secretaría de Seguridad Interna y la Procuraduría General, reportó el New York Times.
Los que permanecen en la lista ahora son otros dos ex generales (en un gabinete en el que tres ya han sido nombrados): David Petraeus y James Stavridis, así como el ex candidato presidencial republicano Mitt Romney; el ejecutivo en jefe de la empresa petrolera más grande del país, Exxon Mobil, Rex Tillerson; el senador Bob Corker, y Alan Mulally, ex ejecutivo en jefe de Ford.
Petraeus renunció hace cuatro años como director de la CIA al descubrirse que tuvo una amante, Paula Broadwell, quien además era su biógrafa, a quien mostró secretos oficiales. Al final aceptó su culpa por un delito menor, fue multado con 100 mil dólares y permanece bajo libertad condicional. De hecho, si es nombrado secretario de Estado, tendría que pedir autorización para todo viaje al oficial encargado de supervisar su estado judicial.
Todo es negocio
Trump, en la recta final de la elección, recaudó más dinero que Hillary Clinton, según cifras oficiales emitidas hoy: 86 millones de dólares, contra 70 millones de la demócrata, en el periodo 20 de octubre-28 de noviembre. Pero aunque él contribuyó tal vez con unos 10 millones de su fortuna a la campaña en ese periodo, también cobró. Su equipo pagó casi 3 millones por propiedades y servicios operados por las empresas de Trump, incluyendo la renta de la Trump Tower y varios de sus hoteles, así como por el uso de su avión. El total cobrado por empresas del presidente electo llegó a casi 12 millones, aunque sus contribuciones a su esfuerzo electoral llegaron a 65 millones a lo largo de la campaña.
En un nuevo sondeo nacional de Public Policy Polling, Trump sigue reprobado por la mayoría de los estadunidenses. Cincuenta y uno por ciento lo percibe de manera negativa y sólo 43 por ciento lo ve favorablemente (aunque eso es una mejora de 55 por ciento, que lo reprobaba en septiembre). Mientras tanto, el Congreso sigue tan reprobado por el pueblo como siempre, con sólo 10 por ciento que lo percibe de manera favorable contra 75 por ciento que lo desaprueba.