A propuesta del Partido Acción Nacional (PAN), el Senado frenó ayer la discusión de tres minutas de la Cámara de Diputados sobre justicia cotidiana, para presionar a que en San Lázaro se vote la Ley General contra la Trata de Personas, antes de que concluya el periodo de sesiones.

El presidente del Senado, Pablo Escudero, comentó que se está tratando de privilegiar e intentar el acuerdo político en torno a esa ley contra la trata de personas, que ha pasado de una cámara a otra desde hace cuatro años.

Pidió a los diputados una discusión técnica en torno a esa legislación, que el Senado regresó a la Cámara de Diputados el pasado 28 de octubre, pero sin aceptar modificaciones a 22 artículos de la misma, referidos al tipo penal para el delito de trata de personas.

La presidenta de la Comisión en la materia, la senadora Adriana Dávila, del PAN, ha pedido de forma insistente a los diputados votar la minuta y no tomar en cuenta las presiones de Rosy Orozco, quien pretende frenar los cambios a la legislación.

El senador Escudero dijo que sería una irresponsabilidad que el Senado no aprobara las minutas que tiene pendiente. Al final del día todos tenemos que respetar a los colegisladores. Yo quisiera ver que el tema fuera al revés, que los diputados nos estuvieran obligando a votar un dictamen.

Agregó que cada una de las cámaras tiene su propia vida interna y se está tratando de lograr ese acuerdo parlamentario, a fin de que finalmente pase la ley general contra la trata de personas.

Tanto la senadora Dávila como la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, la perredista Angélica de la Peña, se reunieron ayer con las diputadas que dictaminan la minuta, para tratar de destrabar la negociación y que la minuta pase al pleno el martes, antes del cierre del periodo.