La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley Federal de Producción, Certificación y Comercio de Semillas, para que la Secretaría de Agricultura privilegie la integración y desarrollo de organizaciones, asociaciones y empresas nacionales productoras de semillas, como paso para revertir la dependencia de las importaciones en ese mercado.

La reforma fue aprobada por unanimidad de los 404 legisladores presentes en la sesión de ayer, y también obliga a la dependencia a formar redes de conocimiento para crear empresas nacionales del sector, con apoyo de instituciones de educación superior y tecnológica, así como centros de investigación.

Durante la discusión del dictamen, el presidente de la Comisión de Agricultura, Germán Escobar Manjarrez (PRI), refirió que el mercado de semillas en México es un monopolio, dado que la iniciativa privada concentra 94 por ciento de la producción y el sector público sólo genera 6 por ciento.

La semilla original la produce el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, el Colegio de Posgraduados, la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad Agraria Antonio Narro y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, y los sectores privado, público y social la reproducen y la venden, explicó.

Sostuvo que el sector más afectado por el cambio climático es el campo y refirió que –de acuerdo con estudios multimodelo– dada la combinación del incremento en la temperatura global y el estrés nutricional de la tierra por la falta de nitrógeno, se prevé la reducción significativa del rendimiento de los principales cultivos en las regiones productivas del país.

Explicó que por ello la reforma pretende el desarrollo de la investigación pública en el mejoramiento de variedades de semillas y que los productores las reciban a mejores costos y con mayor resistencia al cambio climático.

Asimismo, el diputado Moisés Guerra Mota (MC) cuestionó que el mercado nacional es reflejo del poder de las trasnacionales, que administran más de 90 por ciento del capital en el sector.

Son 10 las grandes corporaciones semilleras que controlan aproximadamente la tercera parte del comercio mundial de granos, valuado en 23 millones de dólares, y cinco empresas dominan 74 por ciento del mercado: Syngenta, Aventis, Monsanto, DuPont y Dow, indicó.

Miguel Alva (Morena) citó que entre 1971 y 2014 Monsanto inscribió 80 por ciento de semillas del maíz que pudo certificar. Una de las empresas productoras y patentadoras de productos para el campo, fertilizantes y agroquímicos con mayor poder monopólico en el mundo, Bayer, compró Monsanto y generó un gigante en la comercialización de semillas, cuyas magnitudes e impactos no han podido calcular las autoridades de competencia económica, a pesar del daño a los pequeños y medianos productores, alertó.