Miércoles 7 de diciembre de 2016, p. 26
Bruselas.
Las negociaciones formales para la salida británica de la Unión Europea durarán menos de 18 meses y Gran Bretaña no tendrá libertad para elegir lo que le guste, advirtió el negociador principal de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier.
Las negociaciones de Reino Unido con la Unión Europea para abandonar el bloque tendrán que estar completadas dentro de 18 meses, probablemente en octubre de 2018, aclaró.
Barnier sostuvo que el periodo de dos años podría incluir a los 27 otros miembros del bloque para establecer directrices de cara a las conversaciones y para que la UE, el Parlamento Europeo y Reino Unido aprueben un acuerdo.
Precisó que los procedimientos formales, como las aprobaciones parlamentarias en Europa, reducirán el periodo de dos años con el que esperaba contar Londres para negociar las condiciones de salida. El tiempo será breve
, sostuvo Barnier en Bruselas. Estamos preparados; mantengan la calma y negocien
.
Trampa constitucional grave
La primera ministra británica, Theresa May, ha expresado su intención de activar el Artículo 50 para fines de marzo. Eso inicia un proceso formal de dos años para que el país abandone el bloque.
Pero Barnier, quien ha visitado todos los estados miembros de la UE para conocer sus opiniones, advirtió que el tiempo efectivo de negociaciones será menor. Se podría buscar un acuerdo para octubre de 2018 y las aprobaciones parlamentarias para marzo del año siguiente.
May podría tener problemas para activar el Artículo 50 en el plazo anunciado desde que una corte decidió el mes pasado que el Parlamento debía respaldar esa decisión. El gobierno apeló ese fallo ante la Corte Suprema y si ésta lo ratifica, la intervención del Parlamento podría demorar los planes de May.
El martes, un abogado del gobierno señaló que la Corte Suprema caerá en una trampa constitucional grave
si ratifica la sentencia. También es posible que los gobiernos europeos extiendan el plazo de dos años estipulado en el Artículo 50.
Barnier, quien habló en inglés y francés, refirió que Londres no puede escoger lo que le gusta y rechazar lo que no le gusta de la UE, ya que el mercado único y sus cuatro libertades, como la de desplazamiento, son indivisibles
. El francés no quiso especular sobre la posibilidad de un acuerdo de transición durante el cual Gran Bretaña tendría acceso parcial para facilitar su salida.