El mexicano no lo esperaba tan pronto, pero lo había soñado
Miércoles 7 de diciembre de 2016, p. a15
No lo esperaba tan pronto, pero lo había soñado, por eso Marco Antonio Barrera recibió con asombro la noticia de que ayer fue aceptado como nuevo integrante del Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en Canastota, Nueva York, Olimpo en el que se consagra a las figuras históricas en este deporte.
Barrera había acariciado la posibilidad de entrar en ese selecto grupo. Sin riesgo de parecer arrogante, tiene muy clara su biografía sobre la lona. Fue el tercer mexicano en conquistar tres campeonatos mundiales en igual número de divisiones. Antes sólo lo habían conseguido Julio César Chávez y Érik Terrible Morales.
No esperaba que a la primera nominación que tuve me aceptaran. Vi compañeros que nominaban, pasaban y pasaban y no se quedaban, pues ha sido demasiado rápido y sorpresivo
, dijo apenas con disimulo.
Barrera tuvo una carrera vertiginosa. Debutó a los 15 años y ganó sus primeros 43 combates, trayectoria que lo colocó pronto como uno de los mejores peleadores mexicanos.
Pero si de algo se siente privilegiado es de pertenecer a una generación de pugilistas ejemplares que también fueron sus rivales, como Morales, con quien sostuvo tres peleas memorables, Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez.
Fuimos una generación de guerreros, de boxeadores que al subir al cuadrilátero éramos garantía de combates intensos, que nos nos importaba el sufrimiento con tal de conseguir lo que buscábamos
, expuso emocionado.
El escritor estadunidense James Ellroy escribió un relato llamado Espectáculo cruento
, dedicado al pugilismo mexicano y enfocado en uno de los combates épicos entre Terrible Morales y Barrera. Lo que ellos representan lo describe con la devoción de un aficionado: El boxeo mexicano es esmerado, inspirado, es énfasis salvaje
.
Como muchas estrellas de boxeo, Barrera es reconocido por su carrera en Estados Unidos, incluso más que en su propio país. Hace seis años dejó de boxear. Tiene su propio gimnasio y ha hecho una carrera como comentarista televisivo.
Al principio me costó trabajo asimilar que ya no era pugilista. Como que no me caía el 20 y cuando veía a los muchachos pelear me quería subir. Tuve que aceptar que mi tiempo había terminado y había que escribir otra historia
, señaló.
Y la historia de Marco Antonio Barrera ayer alcanzó la consagración en el recinto en el que resplandecen nombres como el de Muhammad Ali y Archie Moore, junto a otros mexicanos como Mantequilla Nápoles, Ultiminio Ramos, Vicente Saldívar, Salvador Sánchez y Julio César Chávez.
En junio será la ceremonia de inducción al Salón de la Fama.
