El sábado enfrentará al alemán Britsch
Martes 6 de diciembre de 2016, p. a15
Julio César Chávez hijo ha estado de mal humor. Se encuentra cuatro libras arriba del peso pactado en 169 para su pelea del sábado ante el alemán Dominik Britsch. De ahí su inquietud y preocupación, pues la dieta fastidia el ánimo de los boxeadores, pero también porque significa su regreso a los cuadriláteros y siente una presión muy fuerte para ganar o retirarse.
Su tío y mánager, Rodolfo Chávez, describe esta tensión previa a un combate con el que Julio pretende retomar muy en serio su carrera. Por eso está no sólo obligado a ganar, sino también a convencer
, dice. No quiero ni pensar en una derrota; si eso pasara, sería prácticamente el retiro
.
Sin embargo, tiene confianza en lo que hará su dirigido este sábado en la Arena Monterrey. Ha estado muy cerca de la carrera de su sobrino y lo ha visto perder el entusiasmo y recuperarlo, como esta vez en la que lo siente en plena madurez y compromiso.
Después de perder el campeonato mundial en peso medio ante Sergio Maravilla Martínez en 2012, el mexicano entró en un periodo de indecisión en el que prácticamente estuvo retirado por casi tres años. Julio admitió hace unos meses que incluso había perdido toda motivación por el boxeo, pero hoy ha recuperado la misma ambición con la que empezó en este deporte.
Ya no se tomaba en serio el boxeo. Creo que en parte tuvo que ver la presión que metía su papá (Julio César), porque es muy perfeccionista y les metía mucha tensión
, explica el mánager. Eso provocó conflictos, porque apenas se aparecía el papá en el gimnasio se sentía la presión
.
El ex boxeador –cuenta Rodolfo– entendió que era mejor darles espacio.
Mientras Julio estuvo alejado, otros peleadores se afianzaron en el negocio, como Saúl Canelo Álvarez y Gennady Golovkin, mientras él quedaba a la zaga. Eso –piensa Rodolfo– también lo motivó a volver a reclamar un lugar que están seguros aún tiene.
Les dejó el terreno, era su lugar, el júnior piensa que puede venir a recuperar lo que tenía, porque está para pelear con cualquiera de ellos
, sostiene el mánager.
Rodolfo cree que la molestia que ha generado la renuncia del Canelo al título del CMB y a postergar la pelea con Golovkin le ha creado animadversión con muchos aficionados. Ese sentimiento –considera– puede capitalizarlo un boxeador como Chávez, quien incluso retó de inmediato al kazajo con la premisa que no pondría pretextos.
“Al júnior todavía le pesa haber perdido el título ante Maravilla, porque no se preparó bien y pues se lo quitaron, pero sí lo siente”, comenta Rodolfo. “Pero con todo este entusiasmo y la disciplina con la que regresa, estoy seguro de que el próximo año volverá a ser campeón del mundo. Pero tiene que ganar este sábado. Tiene que ganar a güevo, con perdón de la palabra”.